Desde VOX Tarragona apelamos a la urgencia de derogar la Ley de Memoria Histórica puesto que lo único que hace es reabrir viejas heridas e imponer una sola visión unilateral ideológica de la historia.
Otra de las muchas injusticias, de una ley que atenta contra la libertad política y de pensamiento, es el monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, situado en medio del río Ebro a su paso por Tortosa. Tributo póstumo a los caídos, de un lado y del otro, considerado como un homenaje de paz y de concordia y, que el Gobierno de la Generalidad, amparado en la ley de memoria histórica, obligará a retirar.
De nada ha valido la consulta popular que se organizó en Tortosa para decidir el futuro del monumento y cuya opción ganadora fue la de mantenerlo, con un 68% de los votos. El Ayuntamiento apostó entonces por «reinterpretar» el monumento.
Una ley contra la conciliación
El Gobierno de la Generalidad asumirá el coste del derribo del que no se hacía cargo el Ayuntamiento de Tortosa. Ello muestra que vaciar las arcas de la Generalidad no es un problema cuando el objetivo es el enfrentamiento, reabrir heridas e ir en contra de la reconciliación que consiguieron nuestros padres y abuelos.
En VOX seguiremos impulsando la derogación de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en 2007, y mantenida durante las dos legislaturas del Gobierno del PP. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, continúa aplicando políticas que no tienen como fin favorecer los intereses de los españoles, su bienestar y su seguridad. Al contrario, pretende -manipulando la Historia- utilizar a los españoles como rehenes de su política de propaganda ideológica.
