La nueva piscina municipal de Es Mercadal se ha convertido ya en un culebrón cuyo final aún se desconoce. El último episodio es de día 21 de este mes, cuando el alcalde de la localidad, Francesc Ametller, en respuesta a las críticas de l’Entesa, aseguró que los trámites pendientes de su apertura son de competencia municipal, pero que “se ha retrasado un mes, en parte por vacaciones, cuarentenas y enfermedad de la covid del personal técnico”.
Lo cierto es que las obras se inauguraron día 8 de julio de 2021, hace ya más de medio año, y aún no se han podido abrir al público, primero porque se detectaron algunas deficiencias en su construcción y segundo por aspectos burocráticos que dependen del propio Ayuntamiento de Es Mercadal.
Se trata, sin duda alguna, de un auténtico despropósito en la deficiente gestión del consistorio de una infraestructura cuyo coste ascendió a 2,2 millones de euros (se trataba de un proyecto conjunto que contemplaba también la construcción de una pista de tenis, encauzar el torrente, eliminar la posibilidad de inundaciones y mejorar el aparcamiento, entre otras mejoras).
Si el alcalde de Es Mercadal fuera de derechas el escándalo sería mayúsculo y ya se habría pedido su dimisión, pero a los políticos de izquierdas no se les valora con el mismo rasero.
En VOX Es Mercadal y Fornells tenemos muy claro que lo importante son los ciudadanos, que están viendo como se ha invertido una gran cantidad de dinero público en una infraestructura que no pueden utilizar y no saben aún cuando podrán hacerlo, por culpa de la incompetencia del equipo de gobierno municipal.
