Esa propuesta supone un ataque frontal a la línea de flotación del sector de  la restauración

El plan de movilidad de Es Castell y su turismofobia

Esa propuesta supone un ataque frontal a la línea de flotación del sector de  la restauración

Las políticas de movilidad del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Es Castell no paran de darnos sorpresas desagradables continuamente. La última tiene que ver con la reordenación del tráfico rodado en todo el casco urbano y la prohibición a los visitantes de aparcar en el mismo.

Parece ser que cerrar la Explanada al tráfico, mediante una restricción horaria selectiva, no es suficiente y ahora quieren dar una paso más con una modificación del sentido de circulación de los vehículos en varias calles de la localidad que, al igual que muchos residentes, no acabamos de comprender.

Pero, la guinda del pastel la tiene el invento de querer prohibir a los visitantes el estacionamiento de sus vehículos en todo el municipio. Es decir, con la excusa de la falta de aparcamientos para los vecinos, que no negamos, aprovechan la ocasión para poner en práctica su manifiesta turismofobia y hacen lo que mejor saben hacer: prohibir. Así se les ha ocurrido la “brillante” idea de prohibir a los turistas que aparquen en el interior del casco urbano a partir de las 18 horas (según hemos podido averiguar, porque la transparencia es otra asignatura pendiente del actual equipo de gobierno).

Esa propuesta supone un ataque frontal a la línea de flotación del sector de  la restauración, el más importante de la localidad sin duda alguna, porque si sus clientes no pueden aparcar cancelarán sus reservas y se marcharán a otro lugar. La falta de información de los habitantes de Es Castell está comenzando a crear, innecesariamente, malestar y crispación en la población, porque muchos se preguntan, por ejemplo, que pasará con sus familiares que residen en otros municipios, ¿tampoco podrán aparcar en el casco urbano porque sus vehículos no van a disponer de la pertinente autorización?

La temporada turística acaba de comenzar y, después de dos años horribles, las previsiones son muy esperanzadoras, siempre y cuando los gobernantes de turno no pongan trabas a la principal actividad económica de la isla.

Loli Pulido