La senadora de VOX, Paloma Gómez, ha defendido en solitario su veto, en la Comisión de Justicia del Senado, a la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del Estatuto del Ministerio Fiscal presentada de manera conjunta por socialistas y populares.
Gómez ha comenzado su intervención afirmando que «el actual sistema de elección de vocales del CGPJ se presta a la corrupción política, afecta a la apariencia de independencia judicial y a la confianza de los ciudadanos en la justicia», razones por las cuales -ha añadido- es necesario que en España, se cambie de sistema de elección de los jueces.
En su opinión, el sistema actual hace que el CGPJ sea «un rehén del Poder Ejecutivo y de los partidos políticos, PP y PSOE», estando a merced de lo que éstos decidan sobre renovar o no, y sobre las funciones que puede o no ejercer en cada momento, «teniendo como testigo la pasividad del Poder Legislativo», ha dicho.
La senadora de VOX se ha dirigido a los representantes del PP y del PSOE en la Cámara Alta para asegurar que «el pacto realizado entre ustedes consolida una forma de designación de vocales claramente politizada», y traslada a la ciudadanía el mensaje claro de que «los partidos políticos no quieren perder su cuota de poder». «Lo que provoca -ha finalizado- que los vocales elegidos, de cuya profesionalidad no dudo, carezcan de apariencia de imparcialidad y de independencia».
El voto en contra de los senadores del PP y del PSOE al veto de VOX ha hecho evidente el consenso que existe entre ambas formaciones respecto a la reforma planteada del Poder Judicial y del Ministerio fiscal. Las interpretaciones dadas por uno y otro, sin embargo, son contradictorias. Mientras el PSOE ha rechazado la propuesta de veto, afirmando que es legítima la “conexión entre el gobierno del Poder judicial y Las Cortes”, la senadora del PP ha asegurado que la Proposición de ley busca la despolitización de la Justicia.