El PSOE alimenta las dudas acerca de la permanencia del Ejército en San Sebastián

Suma su voto al del PNV y la ultraizquierda para rechazar una iniciativa de VOX para blindar la presencia de las Fuerzas Armadas en Guipúzcoa y reconocer su contribución en la lucha contra ETA y para la unidad territorial de España

La pretensión era clara, que la mayoría del Parlamento Vasco manifestase su compromiso con las presencia del Ejército en Guipúzcoa y en el resto del País Vasco, que ratificase su compromiso con las Fuerzas Armadas por su papel protagonista en la lucha contra ETA, por ser garante de la unidad territorial de España.

Amaia Martínez sabía que su iniciativa, por razonable que fuera, no prosperaría en un entorno de cordón antidemocrático como el que socialistas, nacionalistas y extrema izquierda han mantenido desde el inicio de la presente legislatura. Y así ha sido, PNV, PSE, EH Bildu y Podemos han unido sus votos para rechazar la propuesta de la parlamentaria vasca de VOX.

Pero, aún siendo una postura previsible, la postura de los socialistas en la Cámara de Vitoria alimenta las dudas sobre el futuro del Ejército en San Sebastián, también en los cuarteles de Munguía, en Vizcaya, y de Araca en Álava.

Y así lo puso da manifiesto Amaia Martínez en la sesión plenaria de ayer: “del perfil de quien hoy reside en La Moncloa, de las vagas respuestas ofrecidas por el Ministerio de Defensa a preguntas muy concretas sobre la presencia del Ejército en Guipúzcoa y de algunas noticias aparecidas en los medios de comunicación, las sospechas se desprende que han impulsado la iniciativa que hoy elevo a pleno son más que fundadas”.

El origen de la desconfianza se sitúa en el acuerdo de compraventa del Acuartelamiento de Loyola suscrito entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de San Sebastián, paso previo para el derribo de los cuarteles, para el desalojo del Tercio Viejo de Sicilia nº67, de la USAC Loyola y de la subdelegación de Defensa en la provincia, “derribo sin concretar alternativas, una nueva ubicación, plazos, presupuesto…”.

Amaia Martínez está convencida de que el futuro de las Fuerzas Armadas en el País Vasco dependerá de las necesidades del presidente del Gobierno de España, de las prioridades de nacionalistas e independentistas en sus negociaciones con el PSOE.

“Todos los presentes tenemos claro que una de las obsesiones del secesionismo ha sido la eliminación de todo símbolo español del País Vasco, sea del tipo que sea. El vaciamiento del Estado ha sido especialmente significativo en esta comunidad autónoma, consecuencia de un Estatuto de Autonomía que, fundamentalmente, pretendía eso… avanzar a paso lento pero firme hacia la total desanexión”, ha apuntado la parlamentaria vasca de VOX.

Y ha puesto como ejemplo lo sucedido en Navarra con otro símbolo de España, con la Guardia Civil, a la que un pacto entre los socialistas y EH Bildu para garantizar el apoyo de la coalición abertzale a los presupuestos generales del estado apartaba de las carreteras navarras, “algo que, por fortuna, ha paralizado el Tribunal Supremo”.

“Estoy convencida de que si Sánchez y su corte permanecen durante tiempo suficiente en Moncloa, la negociación sobre el futuro del Ejército en Guipúzcoa, en Vizcaya y en Álava estará sobre la mesa”, ha augurado, sin ocultar su satisfacción “por haber evitado, al menos, que dos edificios, dos símbolos de la ciudad, vayan a ser derribados, borrados del mapa”.