El PTI y las moratorias empobrecen a los pequeños propietarios menorquines

El PTI y las moratorias empobrecen a los pequeños propietarios menorquines

La tradicional “caseta d'estiu” de los padres y/o de los abuelos se están vendiendo a personas con un alto poder adquisitivo.

El Plan Territorial Insular y las diferentes moratorias urbanísticas aprobadas durante los últimos  años están empobreciendo paulatinamente a los pequeños propietarios menorquines. Un claro ejemplo de dicha afirmación es lo que está sucediendo con el notable aumento de la venta de fincas y explotaciones agrarias a poderosos de toda Europa, de manera que el territorio de Menorca está cambiando de propietarios.

Pero la historia no se acaba aquí, ya que estos mismos hechos se están trasladando a las propiedades de la costa. La tradicional “caseta d’estiu” de los padres y/o de los abuelos se están vendiendo a personas con un alto poder adquisitivo.

Es cierto que estas ventas suponen un importante ingreso para los vendedores, con permiso de las altas cargas impositivas que regulan dichas operaciones inmobiliarias, pero con el tiempo el dinero se va gastando mientras el territorio (las fincas, los chalets y/o apartamentos, las “tanques” y “llocs”, etc.) dejan de estar en manos de pequeños propietarios menorquines para convertirse en algo ajeno y prohibido para las generaciones futuras.

El coordinador de VOX Menorca, Antoni Camps, ha manifestado que «las políticas urbanísticas y de territorio de los distintos gobiernos del Consell, sumamente intervencionistas y restrictivas, nos han llevado a hacer imposible que los pequeños propietarios menorquines puedan rentabilizar y mantener su patrimonio, lo que les aboca irremediablemente a tener que venderlo a europeos muy poderosos. En consecuencia, los nativos del lugar nos estamos empobreciendo porque nos estamos quedando sin patrimonio. Esto se ve muy claramente con las fincas rústicas, que se están vendiendo todas a europeos acaudalados. Ahora, con la moratoria turística, que se suma a las dificultades de los pequeños propietarios para rentabilizar su casa, provocarán también que estos se vean obligados a vender sus propiedades. Es imprescindible un cambio de política para evitar esta pérdida patrimonial».