Los presupuestos del Ayuntamiento de Hospitalet para 2024 se aprobaron en el pleno de diciembre con el único voto a favor del grupo socialista y la abstención de L’Hospitalet En Comú Podem. VOX tuvo que ausentarse de la votación en protesta por las formas despóticas de la alcadesa Nuria Marín, como lo hicieron también el resto de partidos de la oposición; Partido Popular y Esquerra Republicana. Los partidos no aguantaron las formas despóticas
Para el portavoz de VOX en Hospitalet, Francisco González, los presupuestos aprobados “van en la misma línea de años anteriores: más gasto, más impuestos y más deuda”. “En un contexto de máximo expolio fiscal a los españoles, el gobierno municipal ha optado por sumarse al saqueo de los bolsillos de los contribuyentes y aumentar también los impuestos a los vecinos”, añade.
González explica que el presupuesto crece un 25,6% respecto del año pasado “saqueando los bolsillos de los contribuyentes” y sigue “en la misma línea de despilfarro de los recursos públicos, el dinero que tanto esfuerzo cuesta ganar a nuestros vecinos”. En este sentido critica partidas que en su opinión, no van encaminadas a solventar las verdaderas necesidades de los ciudadanos como son los 12 millones de euros destinados a subvenciones para entidades o 1,5 millón de euros para políticas de igualdad y LGTBI. “De este total”, denuncia el concejal, “dos terceras partes se destinan a salarios, y unos cuantos miles de euros más a estudios de género y transferencias a asociaciones. En definitiva, a mantener enchufados y chiringuitos”.
VOX rechaza este presupuesto por estar expresamente alineado con la agenda de las élites globalistas o, citando literalmente “con los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030” incluyendo, entre ellos, la ciudad de 15 minutos. En esta línea, explica el portavoz, va la partida de más de 3 M € para “adecuación de las calles de la ciudad para la mejora sostenible”. En definitiva «tres millones de euros para carriles bici, a menudo intransitables, y para acosar a los pobres que no pueden comprar un coche ajustado a los requisitos de bajas emisiones», puntualiza.
Por último, VOX apuesta por una reducción drástica del gasto político innecesario, «en especial todo el gasto destinado a ideología, para aliviar la presión fiscal».
