Jacobo gonzález-Robatto

González Robatto, al Gobierno: «No se puede gravar cualquier cosa, hay unos limites marcados en la Constitución»

El senador de VOX por Andalucía, Jacobo González-Robatto, ha criticado hoy, durante el Pleno la obsesión del Gobierno socialcomunista de «gravar cualquier cosa». En este caso, se discutía en el Pleno el Proyecto de Ley del Impuesto sobre las Transacciones Financieras, para el que esta formación ha presentado el veto.

El senador ha explicado que los impuestos tienen unas limitaciones basadas en criterios de economía y eficiencia, tal y como recoge la Constitución en su artículo 31.2, donde se especifican los criterios que tienen que cumplir los gastos.  «Si no estuvieran estos criterios de economía y de eficiencia,  cualquier idea sobre incrementar los ingresos públicos sería buena y, por lo tanto, con la desbordante imaginación que tienen ustedes para crear figuras impositivas, no pararían», ha puntualizado.

El senador ha denunciado que, para el Ejecutivo, «es un impuesto ideológico, una manera de incrementar los ingresos ahora que tenemos un déficit público elevado y para  para intentar legitimar su atraco».

González-Robatto ha denunciado la excusa del Gobierno para implantar esta tasa, que consiste en repetir que lo pagarán los especuladores. «No hay evidencia científica de que la tasa Tobin o el impuesto sobre transacciones financieras elimine la especulación o reduzca la volatilidad».

Por el contrario, eleva los costes de financiación de las empresas afectadas. «En esta situación, en la que se necesita empleo, hay que buscar la inversión», ha dicho el senador, quien ha proseguido que «la inversión es mayor y más abundante cuando los costes de financiación son más bajos». Por ello, ha advertido de que esta medida «sólo ahuyenta a los creadores de empleo: autónomos, los empresarios, los trabajadores».

Por otro lado, el senador ha explicado al Gobierno que si bien los pequeños ahorradores sólo tienen un 11 % de su patrimonio en acciones, tienen un 16 % en seguros y fondos de pensiones y un 14 % en fondos de inversión, y todo eso está materializado en acciones. «Hay que pensar en que los impuestos al final los pagan las personas, y hay que pensar qué personas van a pagar, en último término, este impuesto», ha reclamado.

El ejemplo sueco

El senador ha puesto como ejemplo la experiencia de Suecia, que terminó en desastre, al diezmar los mercados de acciones y bonos. De hecho, en 1990 más de la mitad de todas las operaciones con acciones de Suecia se había trasladado ya a Londre. «Tan sólo durante la primera semana que se impuso sobre el mercado de bonos, el volumen de transacciones se desplomó un 85%; el comercio de futuros se derrumbó un 98% y las opciones de comercio se paralizaron; la negociación de valores en el mercado monetario se desplomó en una quinta parte», ha recordado. «El experimento fue tan negativo, no sólo para el mercado sino para las arcas públicas, que Suecia decidió eliminar la tasa en 1991», pero «30 años después vienen ustedes con lo mismo, sin aprender un ápice, por desinterés o maldad, de la Historia».