Creación de diez organismos, derechos para seres que, por sus propias características, no pueden tener obligaciones, protección superior a las personas. En definitiva, humanizar al animal y deshumanizar al hombre. Es el resumen de la posición de VOX respecto a la Proposición de Ley de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el régimen jurídico de los animales.
Jacobo González-Robatto, senador de VOX por Andalucía, ha llamado la atención sobre la creación de nuevos organismos, que son, ha denunciado, «chiringuitos». «Hay que aumentar la red clientelar cuanto, antes, ¿verdad? Porque VOX viene pisando fuerte», ha explicado el senador, quien ha denunciado que «si se llevan por delante al sector de Distribuidores de Animales de Compañía, les da lo mismo».
El senador por Andalucía ha advertido del peligro que supone esta ley, que , por ejemplo, prohíbe la venta de animales en tiendas de mascotas. «Sólo este punto supondrá la desaparición de muchos establecimientos», ha advertido, y a lamentado que al Gobierno «le da igual» porque «ya tendrán sus diez organismos». Y es que el Gobierno, ha ironizado, «es muy ecologista y animalista, pero cuando hay un talonario por medio».
Servir a la agenda globalista 2030
También ha denunciado que la ley reconozca que las crías «quedan sometidas al régimen de los frutos desde que estén en el vientre de su madre, aunque no hayan nacido”, mientras que no tienen esa misma consideración con las crías humanas desde que están en el vientre de su madre». «¿Se dan cuenta de que otorgan a los animales unos derechos que no dan a los bebés en el vientre materno?», ha preguntado.
Así, esta deshumanización del hombre «sirve a la agenda globalista 2030 en sus objetivos de destrucción de la familia tradicional: prefieren hogares con animales que padres con hijos». Un objetivo que, ha advertido, «están consiguiendo, pues ya hay zonas de España donde hay registrados más animales de compañía -específicamente, perros y gatos-, que niños».
El senador ha defendido la labor de los «ecologistas de verdad», es decir, ganaderos y agricultores, para quienes ha pedido que «les dejen en paz» con el objeto de que puedan «seguir cuidando y respetando la naturaleza y a los animales como ellos saben». «Déjenles ocuparse del campo y no les condenen a la ruina», ha insistido.