La conferencia organizada por Vox Zaragoza y celebrada el pasado miércoles en la Cámara de Comercio ha sido todo un éxito. Hannan Serroukh plasmó la situación real de la amenaza del islamismo, comentando desde los métodos de captación, las zonas “no go”, los puntos de prevención que debemos tener en cuenta, hasta la realidad del hijab y los matrimonios forzosos con menores.
A lo largo de su charla, Hannan Serroukh se refirió a las organizaciones de la red Dawa en Europa y detalló su modo de actuación como un proceso que incluye distintas fases: proselitismo, gueto islámico y actividad criminal.
El proceso
La primera fase se caracteriza por el proselitismo. Estas organizaciones se introducen en las estructuras del país, en el ámbito social, político y cultural. Allí hacen reivindicación de la presencia identitaria islámica. Y participan en ONG´s con presencia pública, para acceder a espacios educativos, islamizar espacios de participación y captar talento académico.
En un segundo momento se configura lo que Serroukh denominó gueto islámico y en el que en Europa se definen zonas No-go. En eta fase aparece el control de la comunidad y los líderes no se relacionan con la sociedad formal y se genera una atmósfera de conflicto. Aquí resulta evidente la distancia ideológica y física, por medio de elementos como el Hijab, Niqab o el banco islámico. Asimismo se realizan campañas contra occidente y se construye el discurso identitario político.
Y, finalmente, una tercera fase que se caracteriza por la actividad criminal, donde se consolida la pertenencia al grupo. También se rechaza la convivencia en un marco común y se promueve el aislamiento, la necesidad de actuar como reafirmación y reconocimiento. Y se produce el contacto con grupos armados y se legitima la actividad criminal, con la financiación de actividad criminal.
Hannan Serroukh aseguró en Zaragoza que el islamismo es una amenaza real y directa a las libertades individuales. Así como al principio de igualdad entre hombres y mujeres, el cual se ha asentado en nuestros sistemas educativos, políticos y de gestión de los servicios públicos, por lo que es imprescindible hacerle frente de forma responsable.
‘Cada mujer que lleva un hiyab en Europa es una conquista para los islamistas’, señaló Serroukh.
