El diputado de VOX, Javier Jové, en la fijación de posición en la Junta General sobre las enmiendas presentadas, calificó la Ley de Impulso Demográfico de “bazofia” y de ser una ley “infumable” de la que “todos ustedes son cómplices, menos los cuatro diputados de VOX”.
“Es una ley totalmente innecesaria, que no aporta nada y que es un recopilatorio, un pastiche de la ideología de género y la Agenda 2030”, dijo Jové, para añadir a renglón seguido que “no incorpora ni una sola medida concreta y sólo viene a engordar el tocho del tomo de legislación básica del Principado con un puñado de páginas más. El articulado está lleno de verbos como: impulsará, velará, abordará, establecerá, garantizará, potenciará, fomentará, planificará, desarrollará o prestará. Y la inmensa mayoría de los artículos no guardan relación alguna con la demografía ni la natalidad”.
“Precisamente por eso” VOX presentó una enmienda a la totalidad, porque “esta ley jamás debiera promulgarse. Una ley de la que lo más suave que se puede decir de ella es que es prescindible”, añadió.
El diputado de VOX considera que “tanto el texto del proyecto de Ley del Consejo de Gobierno como las enmiendas presentadas no son más que una colección de ocurrencias desordenadas para ver quién suelta la más disparatada” y aludió a que “el Partido Popular ha vendido muy barato su apoyo, simplemente por la enmienda transaccionada que fija un plazo máximo de 12 meses (6 meses más de lo previsto en su enmienda) para la elaboración del reglamento, como si ese plazo tuviera fuerza vinculante, como si no hubiera multitud de ejemplos de incumplimientos similares”.
Entrando en el fondo del proyecto, Javier Jové afeó que “no es sólo una ley que no incorpora ni una sola medida concreta, es que en todo su articulado no aparece el morfema de madre ni padre, ni embarazo. Y el de hijo y niño sólo 3 veces. No aborda cuestiones las sociológicas y culturales que, en gran medida, explican del hundimiento de la natalidad. La Ley de Impulso Demográfico no tiene entre sus 6 objetivos el aumento de la natalidad, pero sí el reconocimiento del aborto como un derecho cuando dice que apoyará y estimulará ‘las políticas necesarias para que las mujeres puedan decidir su maternidad’”.
“Es una ley que explícitamente se alinea (punto 16 del preámbulo) con la antinatalista Agenda 2030, esa que busca el decrecimiento de la población mundial y su reparto entre los países occidentales, que fomenta el pobrismo, que percibe la existencia del hombre como una amenaza. Esta ley pasa a ser incorporada al listado de leyes que nos comprometemos a derogar cuando gobernemos dentro de 3 años, junto con la de Desmemoria Democrática”, concluyó Javier Jové.
