«La enseñanza destruida», artículo de opinión de Joaquín Robles

'La Verdad'

Así tituló su libro mi amigo Javier Orrico tras comprobar los desmanes que la LOGSE trajo consigo en su aplicación al sistema educativo español: devaluación de los contenidos, rebaja de la exigencia académica, el cierre perimetral de los institutos, convertidos en cárceles y la primacía de lo instrumental, de lo lúdico y de lo procedimental, sobre lo objetivo, el esfuerzo y el conocimiento de la materia.

El PSOE, con el apoyo del PP, incapaz de cambiar nada a pesar de haber gozado de mayorías absolutas, ha sido el ejecutor de esta barbaridad. Y ahora va a rematar la faena, con la LOMLOE, dando la puntilla al sistema.

Primero, introduciendo las teorías, importadas de los EE.UU y sin base científica ni fundamento filosófico o antropológico posible, sobre los “gender” o “géneros”, en donde se determina, con espantoso absurdo, que la autopercepción determina el género; segundo, eliminando la condición de lengua vehicular del español, perjudicando a las clases sociales más desfavorecidas de Cataluña – que tienen, mayoritariamente, como lengua habitual al español- con una dificultad añadida a la de su condición humilde; y, dicho sea de paso, mostrando la incoherencia del PP que se opone a la inmersión lingüística en Cataluña o en la Vega baja del Segura pero, en Galicia y de la mano de Feijóo, hace exactamente lo mismo. Y tercero, rematando la cultura del esfuerzo con el injusto aprobado general.

En VOX nos oponemos a lo primero, no por nada que tenga que ver con motivaciones homófobas a las que continuamente se refieren nuestros adversarios políticos que, ayunos de cualquier argumento racional, nos cuelgan un falso sambenito, sino por razones sólidas de carácter científico, filosófico y antropológico: la desconexión de género y sexo, de conciencia individual y realidad biológica objetiva es puro formalismo, puro espiritualismo que espantaría al mismísimo Carlos Marx. La idea de una mente desconectada de su cuerpo biológico es un disparate de tal calibre que trasciende las ideologías. Ni católicos, ni marxistas pueden asumir sin violencia este dislate.

A lo segundo: porque ahonda en el proceso de balcanización de España. Las lenguas, al más puro estilo nacional socialista, son usadas como ariete para lograr la secesión en base a criterios etno-lingüísticos .

Y a lo tercero: porque queremos una enseñanza que recobre el papel de ascensor social, igual para todos y que premie el esfuerzo como motor. De este modo los hijos del pueblo español podrán competir en igualdad de oportunidades con las élites que pergeñan estas leyes, pero luego mandan a sus hijos a exclusivos colegios privados en donde la exigencia es norma.