El futuro se augura muy poco alentador para el sector agrícola y ganadero de la Isla por culpa de la incompetencia de Francina Armengol y Susana Mora

La preocupante deriva económica de la Isla

El futuro se augura muy poco alentador para el sector agrícola y ganadero de la Isla por culpa de la incompetencia de Francina Armengol y Susana Mora

El cierre de la planta envasadora de Menorca Llet, en Alaior, una decisión aprobada por el consejo rector de la Cooperativa Insular Ganadera (Coinga) supone un duro revés para el sector primario menorquín. Menorca Llet envasaba y procesaba quince millones de litros de leche como ‘leche de brick’, con once millones que salían de la Isla. Hace demasiado tiempo que los costes de producción del litro de leche están muy por encima del precio al que la cobran los ganaderos de la Isla y el Plan Provilac del Govern balear ha sido un rotundo fracaso.

Las medidas aplicadas durante los últimos años por los partidos políticos de izquierdas en el ejecutivo autonómico y en el Consell Insular de Menorca para salvar el sector ganadero de la Isla han obtenido el resultado contrario, porque han conseguido que la cabaña de vacuno de leche haya pasado de 17.000 cabezas a menos de 7.000 en la actualidad.

El futuro se augura muy poco alentador para el sector agrícola y ganadero de la Isla por culpa de la incompetencia de Francina Armengol y Susana Mora, ya que no han sido capaces de evitar que, a partir de ahora, la leche que se consumirá en Menorca será envasada y transportada desde la Península. Difícilmente podremos volver a beber leche de Menorca. Muchas gracias.

Pero, por si esto no fuera poco, ahora resulta que los mismos partidos políticos que están arruinando el sector primario de la Isla (Unidas Podemos, Més per Menorca y PSOE) acabarán haciendo lo mismo con el sector terciario, es decir, el turismo. ¿Se han dado cuenta que poco a poco han estado modificando su discurso sobre la actividad turística? ¿No? Pues así es, han substituido su “mantra” sobre “el modelo turístico” por el falso discurso de la “masificación”.

Resulta muy difícil resumir la tortuosa relación de la izquierda con el turismo porque, como dijo hace muchos años el ya experiodista Iñaki Gabilondo, “los menorquines quieren el dinero de los turistas pero sin turistas”, en relación a las continuas contradicciones de muchos menorquines.

Hace muchos años que oímos hablar del turismo de calidad y ahora que ya lo hemos conseguido resulta que, según Unidas Podemos, Més per Menorca y PSOE, tenemos problemas de saturación y vamos a morir de éxito. El problema es que no se aclaran y, como son tan incompetentes y padecen de turismofobia, acabarán cargándose la principal, y muy pronto única, actividad económica de la Isla (ya no quedará otra).

No tenemos un problema de saturación, tenemos un problema de infraestructuras que se han quedado obsoletas, porque se construyeron hace décadas y no pueden responder a la demanda actual. Así de claro.

Las personas que sufren turismofobia siempre dicen que no quieren que Menorca sea como Mallorca y/o Ibiza. Yo prefiero comparar nuestra Isla con Malta. La población de Menorca, con 697 kilómetros cuadrados de superficie, está integrada por 90.000 personas gracias al descuento de residente. En cambio, Malta con una superficie de 311 kilómetros cuadrados acoge una población residente de 437.000 personas. Otra cuestión son las plazas turísticas y el número de visitantes. ¿Ven la diferencia? ¿En Malta se quejan de la “masificación? Es un argumento falso, inventado por los mismos que no quieren modernizar nuestras infraestructuras. Existe otra vía entre la Menorca que se apaga de noviembre a abril y en VOX apostamos por la misma.

Los apagones eléctricos en Ciutadella en pleno mes de agosto, la falta de agua en casi toda la Isla, los accidentes y los colapsos en la carretera general, la falta de taxis en general y de aparcamientos en la urbanización de Cala Galdana, los atascos para acceder a según que zonas para ver una puesta de sol, el abandono de las urbanizaciones, el deficiente transporte público de autobuses, etc., etc. son deficiencias que se repiten una y otra vez cada temporada turística, pero este año se han agudizado porque ha venido a Menorca más turismo de calidad y desde principios de mayo, es decir, se ha conseguido desestacionalizar (o eso parece) y con turistas de alto poder adquisitivo. En consecuencia, ahora tenemos más turistas que nunca que se mueven por toda la Isla y no se quedan en el hotel con el “todo incluido” y, por lo tanto, nuestras infraestructuras construidas haces decenas de años no pueden absorber tanta demanda.

Resulta patético comprobar como el Consell Insular de Menorca aprueba, mediante el Plan Territorial Insular (PTI), un techo de 200.000 plazas turísticas, pero se olvida por completo de planificar la modernización y la creación de las infraestructuras necesarias para poder responder a la demanda implícita a dicho número de plazas. Sí sólo nos queda el turismo, con permiso de la izquierda más sectaria y radical, deberemos apostar por el mismo y, por lo tanto, ya no vale el absurdo argumento “no vamos a desdoblar la carretera general por dos meses al año”. Menuda estupidez. ¿Cómo se puede ser tan ignorante? Está claro que aquí o faltan infraestructuras o sobran plazas turísticas.

En esta segunda parte del artículo, voy a exponer tres ejemplos de infraestructuras obsoletas:

Las canalizaciones de agua potable: Ejemplo de una consecuencia, tres días sin agua potable en todo el municipio de Ferreries. ¿Saben cuánta agua depurada vierte al mar la depuradora compartida por los municipios de Mahón y Es Castell, ubicada en Trebalúger, y no se reutiliza y/o cuántas toneladas se pierden por las fugas de canalizaciones instaladas hace más de 40 años? Si a eso le añadimos los bajos niveles de los acuíferos por la falta de lluvias y el incremento de la demanda debido a la actividad turística, ya tenemos el problema encima de la mesa. ¿Y qué hacemos para solucionarlo? ¿Crear un plan de modernización de las infraestructuras? En absoluto, más bien todo lo contrario, solicitamos al odiado ejército (por parte de la izquierda) que nos permita extraer mayor cantidad de agua desde los pozos de los cuarteles de San Isidro. Todo muy ecológico y coherente, ¿verdad?

La carretera general: Obras paralizadas durante 7 años para volver a retomarlas justo antes de la elecciones del año que viene ¿Para qué? Para construir el mismo modelo de carretera obsoleta y peligrosa con doble sentido de circulación en la misma calzada pero, eso sí, con arcenes más amplios. ¿Saben que el actual modelo de carretera general se construyó hace unos 50 años y entonces, evidentemente, no circulaban el mismo número de vehículos que ahora? Según la DGT, “las carreteras convencionales son las más peligrosas, ya que en ellas se concentran el mayor número de siniestros viales. Se trata de carreteras con un carril por sentido, donde los adelantamientos son maniobras peligrosas, a lo que hay que añadir las zonas de baja visibilidad y la falta de atención durante la conducción”. Además, para añadir mayor peligrosidad a nuestra principal vía de circulación, tenemos un tramo de la misma que pasa por en medio de un municipio, Es Mercadal. Es una locura seguir con la misma infraestructura viaria 50 años después, no tiene ningún sentido por mucho que algunos que se supone que no gobiernan, como el GOB, se empeñen en intentar justificar lo injustificable.

En VOX apostamos por el desdoblamiento de la carretera general no porque queramos conducir más rápido y llegar antes a destino, o porque así podrán circular más vehículos, estos argumentos son absurdos y simplistas además de ridículos, más bien proponemos dicho proyecto porque así se ganaría en fluidez y seguridad vial, evitando muchos de los accidentes y de las retenciones que se han producido este verano y se repiten todos los años.

La instalación eléctrica: Los apagones sufridos en ciertas zonas de Ciutadella en pleno mes de agosto que han afectado gravemente al sector de la restauración han puesto en evidencia que tenemos unas infraestructuras obsoletas. No lo dice VOX, ni tampoco se atrevió a decirlo el Ayuntamiento de la localidad o el Consell Insular de Menorca o el Govern balear, tuvo que ser la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien en su visita a Menorca el pasado 17 de agosto afirmara que “las infraestructuras de los sistemas de suministros de energía están anticuadas para hacer frente a las necesidades actuales del Archipiélago”. Creo que ha quedado claro, ¿no?

En definitiva, si no se produce un cambio de políticas, y de políticos, los hechos nos demuestran que la economía menorquina va directa al precipicio… No será porque no les hemos avisado.

Antoni Camps. Coordinador VOX Menorca