Las feministas que pintaron a Abascal con un tiro en la frente tendrán que sentarse en el banquillo

El grupo feminista radical pintó el rostro de Santiago Abascal en varios sitios de Castellón

Un grupo feminista radical llamado Suvbersives Castelló “decoró”  varias calles de Castellón con el rostro del líder de VOX, Santiago Abascal, con un disparo en la cabeza.

La imagen recordaba a los años de plomo de ETA en el País Vasco. La banda terrorista señalaba a sus objetivos colocándoles en los muros y fachadas en una diana. La imagen, similar, se repitió no hace muchos días teniendo como objetivo a una persona que sabe perfectamente lo que es haber sido señalado por la banda terrorista.

Las componentes de “Subversives Castelló” tendrán ahora que sentarse en el banquillo ya que el Juzgado Nº1 de Castellón ha admitido a trámite la querella presentada por VOX el pasado mes de diciembre. La representante de la asociación tendrá que comparecer, junto a su abogado, para declarar,el próximo 30 de abril ya que el juez considera que los hechos denunciados pueden ser constitutivos de un delito de amenazas y odio.

VOX ha pedido que los responsables sean condenados por amenazas ya que se dirigían directamente hacia Abascal en calidad de líder de un partido político. Por lo tanto, consideran que las pintadas se realizaron con el ánimo de causar “el terror tanto a él personalmente” como a los integrantes y simpatizantes de la formación.

El partido esgrime que estas pintadas coartan la voluntad y el ánimo de sus militantes y no tienen cabida dentro de la “cobertura en la libertad de expresión”, sino que constituye un “discurso de odio”.

Precisamente el pasado miércoles, Abascal le transmitía al Rey Felipe VI su honda preocupación por la demonización de la que es víctima su partido. La tercera fuerza política tras las elecciones del 10-N con 52 diputados debe aguantar, según el propio partido, los ataques «desde los medios de comunicación y desde el resto de partidos». VOX ya ha visto cómo el resto de formaciones políticas tienen ‘cordones sanitarios’ para evitar la influencia del partido de Abascal e, incluso, han sido objeto de la «alerta antifascista» lanzada por Pablo Iglesias tras el auge de la formación política.