ministro marlaska

Las manipulaciones en la opinión pública

El Gobierno y sus círculos más cercanos maniobran para sugestionarlas

«No hay limitación a la crítica. Hay monitorización de las redes, con el fin de comprobar los discursos de odio y las campañas de desinformación«. Esa es la frase textual del ministro del Interior, Grande Marlaska. ¿Es una actitud propia de una nación libre? Desde VOX consideramos que no. No es aceptable. No es digna y no debería permitirse. Estas prácticas quizás sean normales en países autoritarios, pero no en España. Pedimos el fin de las mismas inmediatamente.

Vemos con seria preocupación también otras prácticas poco éticas y gratificantes, como la creación de periodistas “fake” como Miguel Lacambra. Miguel creó artículos, supuestamente basados en estudios serios y reales donde se daban los datos para decir que el 8-M no tuvo impacto sobre el coronavirus. El PSOE desde sus redes sociales daban crédito a estos informes y a este periodista, que más tarde se descubrió que era un personaje inventado.

psoe lacambra

 

Últimamente todos hemos podido ver como la palabra “bulos” o “fact cheker” han empezado a usarse con regularidad. Pero ¿Quién verifica todo esto? En las redes sociales Facebook y Whatsapp, dos de las aplicaciones más usadas por todos los españoles están usando las empresas Newtral y Maldita.es No podemos dejar de recordar que Newtral es la empresa de Ana Pastor, periodista de La Sexta. Y que varias veces otros periodistas o verificadores, han indicado bulos o mentiras por parte de estas dos empresas.

Por si fuera poco, el gobierno acaba de entregar 15 millones de euros a a3media y Mediaset. Y aunque su profesionalidad debería hacerles ser neutrales e imparciales, desde VOX tememos que sean estómagos agradecidos.

Si 15 millones no fuesen suficientes, el Gobierno prepara 100 millones en publicidad para los medios. (Si quiere saber más pinche aquí)

Todos estos movimientos, nos preocupan de sobremanera. Desde VOX queremos denunciar que este intento de silenciar, manipular, tergiversar y comprar a la opinión pública pone de relieve la deriva autoritaria que está tomando este gobierno socialcomunista.