Nuestro modelo de Estado es el de un país unido

Los 2 minutos de Jorge Campos en IB3 que valen por toda una campaña y te convencerán de votar a VOX

Nuestro modelo de Estado es el de un país unido, sin diferencias entre españoles, basado en la solidaridad. Debemos superar el odio que los separatistas han sembrado entre nosotros. Los españoles hemos sido capaces de lo mejor, así lo demuestra la Historia. Y podemos volver a hacerlo si nos mantenemos unidos y recuperamos la ilusión. Nuestro modelo —que durante el debate iré desgranando— no es otro que el de las personas de bien que trabajan, luchan cada día y se sacrifican por los suyos. Eso es España.

España siempre ha sido un país de trabajadores y de propietarios. Es nuestra cultura. Lo natural y lo que desean los ciudadanos es un país en el que uno pueda enriquecerse de forma lícita con su trabajo, ser propietario de su propia casa, tener un lugar en el que crear una familia. VOX apuesta por un país de trabajo digno y no de subvenciones. Y apostamos por una política de vivienda que recupere el orgullo de sentirse propietario de una casa. Frente al subsidio y la miseria, frente al alquiler precario, nuestros jóvenes necesitan trabajo y un hogar. Y a los okupas de las mafias: de la patada en la puerta a la patada en el culo y a la calle.

El mayor bienestar social de un ciudadano es el suyo, no el del régimen establecido para que los que vivan bien sean ciertos políticos, sindicalistas y demás fauna subvencionada sin oficio ni beneficio conocido.

Los españoles hemos sido un pueblo de inmigrantes, sabemos muy bien lo que es tener que ir a otro país en busca de un futuro. Por eso VOX está a favor de una inmigración legal, regulada y de personas que vienen a trabajar e integrarse, con especial interés a aquellos con los que compartimos idioma y cultura, con  los pueblos hermanos de Hispanoamérica tan castigados por el populismo y el comunismo. Pero no podemos tolerar la inmigración ilegal, que por mucho que la izquierda quiera ocultar, conlleva un claro aumento de la inseguridad y la criminalidad en nuestras calles.

Los niños que hoy están en las escuelas, mañana serán los ciudadanos que saquen adelante el país. Frente a la ingeniería social de la izquierda que pretende adoctrinarlos, que nos dice que los niños son suyos y no de los padres, nosotros defendemos una educación libre de sectarismo, una educación en la que los padres puedan elegir en total libertad el centro y el idioma en el que quieran escolarizar a sus hijos.

Creemos en una sociedad de individuos de libre pensamiento, de principios e ideas que no pueden castigarse porque alguien nos dice qué debemos sentir o qué memoria tener.

La izquierda totalitaria y sus secuaces separatistas han hecho de la escuela y del libre pensamiento un infierno, y de la creación cultural el cortijo privado de los señoritos subvencionados.

Y eso, va cambiar.