El senador de VOX por Murcia, José Manuel Marín, ha mostrado hoy en el Senado la oposición de esta formación a que se ratifique la Autorización al Acuerdo Internacional en materia de fiscalidad sobre Gibraltar porque “blanquea a Gibraltar y reconoce, por primera vez en 300 años, la jurisdicción y competencia de las Autoridades gibraltareñas”.
El senador ha denunciado que este reconocimiento “no sólo lo hace sobre el terreno que cedimos en Utretch, sino también sobre la mitad sur del istmo que, ilegítimamente, el Reino Unido ha usurpado. Este reconocimiento por parte de España debilita nuestra posición internacional y nuestros derechos legítimos de soberanía, dando pie a que Fabian Picardo reivindique ante Naciones Unidas como pueblo a la población de aluvión gibraltareña”.
Marín ha enumerado las consecuencias de este Acuerdo y ha denunciado que “nuestros trabajadores continuarán siendo discriminados y serán excluidos de hecho del generoso sistema de bienestar gibraltareños” y “cuando se jubilen, recibirán una pensión de miseria, mientras que sus compañeros de trabajo completarán su pensión con la Household Allowance y el Community Care”.
Marín también ha advertido de que las mafias del contrabando de tabaco verán reducidos sus ingresos, y se lanzarán a complementar sus ingresos con “otras actividades ilícitas”. Es decir, “podrán seguir pasando el dinero negro por la verja y lo blanquearán por medio de sofisticados entramados legales diseñados por los despachos de abogados de Gibraltar”.
En la misma línea, el senador ha criticado que los gibraltareños ricos continuarán viviendo en viviendas propiedad de sociedades gibraltareñas en La Línea, Sotogrande, Estepona, Marbella u otros lugares de la costa, y “seguirán sin pagar impuestos en España”. Y las empresas gibraltareñas seguirán realizando actividades de “bunkering en aguas españolas, contaminando la bahía de Algeciras y perjudicando al puerto de Algeciras”.
Así, ha explicado que lo principal es “recuperar nuestra soberanía sobre Gibraltar”. Porque lo contrario, ha advertido, “es consentir una colonia en nuestro suelo”, aceptando la condición de España como país colonizado, y a sus ciudadanos en “trabajadores discriminados y explotados”.
“Gibraltar depende económicamente de España y no al revés”, ha advertido el senador, quien ha denunciado que los 8.000 españoles que trabajan en Gibraltar “son utilizados como rehenes”. Y ha criticado que España “ha perdido la ocasión de hacer valor sus derechos y de haber incluido la reclamación de soberanía en las negociaciones del Brexit”, así como “de haber negociado unas mejores condiciones para nuestros trabajadores y para los habitantes del campo de Gibraltar”.
