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Marín: “La nueva Ley de Educación transpira odio, resentimiento y frustración”

El senador por VOX José Manuel Marín ha señalado que el debate del Proyecto de Ley Orgánica por el que se modifica la Ley Orgánica 2/2006 de Educación ha sido un diálogo de sordos “que no ha servido para nada, excepto perder el tiempo, por la actitud y decisión de PSOE, PNV y ERC de no aceptar ningún cambio, ninguna enmienda con objeto de no cambiar este Proyecto de Ley tal y como venía del Congreso, y así poder aprobarlo hoy 23 de Diciembre, en vísperas de Nochebuena”.

Marín ha recordado que el Senado, además de ser la cámara de representación territorial, es también la cámara de segunda lectura en la que todos los proyectos de ley procedentes del Congreso se deben de revisar con objeto de mejorar lo mejorable y conseguir el máximo consenso.

“Señorías del Partido Socialista, en esta legislatura, ¿qué quieren hacer con el Senado?. No se dan cuenta que con su actitud están devaluando y desprestigiando el papel legislativo que tiene esta cámara”, ha afirmado José Manuel Marín, añadiendo que VOX ya propuso que había que reformar el Senado, para dotarlo de mayor capacidad de actuación, o si no, lo mejor era cerrarlo y evitar el gasto que supone para el contribuyente.

“Desde VOX proponemos un gran “Pacto de Estado” por la educación para evitar que cada 4-5 años cambiemos de Ley de Educación y para evitar los 17 sistemas educativos que actualmente tenemos con las grandes diferencias entre ellos”, ha puntualizado el senador, quien ha destacado que este Proyecto de Ley de modificación de la Ley de Educación que presenta el Gobierno social-comunista supone un asalto a los derechos y libertades de los españoles “y un ataque directo a los padres, puesto que se ignora el derecho que les asiste para decidir que educación quieren para sus hijos, derecho que está avalado tanto por la legislación nacional como la internacional”.

Desde VOX se apuesta por una educación de calidad para todos, que convierta a nuestros hijos en el mejor recurso para garantizar el futuro próspero de España; esta Ley, por el contrario, transpira odio, resentimiento y frustración sin motivo alguno.
Por último, Marín ha comentado que el clima político que está generando “este Gobierno, radical y extremista, lleno de mediocres oportunistas, sin más principios ni valores que el de permanecer a toda costa en el poder, es horroroso. Quienes en él conserven algún prestigio deberían dimitir y no servir de coartada a este disparate”.