El Parlamento de Andalucía ha aprobado este viernes una Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario de VOX, con el voto favorable de VOX y la abstención del resto de grupos, incluido el PP, para “iniciar los trámites para que la Virgen del Rocío, la Romería, el ajuar de la Blanca Paloma y todo cuanto conforma el mundo rociero, sea inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO”.
Con esta iniciativa, tal y como ha asegurado el diputado del Grupo Parlamentario VOX en el Parlamento de Andalucía por Málaga, Antonio Sevilla, encargado de defender la misma, “queremos garantizar a todo este patrimonio; a quienes lo protegen, lo conforman y lo defienden, la máxima protección y reconocimiento a nivel internacional”.
Cabe destacar que el patrimonio cultural para la UNESCO no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que “comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes”, como ha recordado Sevilla, al tiempo de indicar que la propia UNESCO considera que “las tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional son objeto de ese patrimonio”.
Sevilla ha defendido la necesidad de “entender la magnitud de esta tradición”, señalando como “actualmente hay un total de 127 filiales en España, además de 4 en otros países, incluso al otro lado del Atlántico, y 11 asociaciones rocieras”, a lo que hay que sumar el impacto económico donde “tan solo la Romería del Rocío mueve cadaaño algo más de 100 millones de euros”.
Para el parlamentario de VOX, “valorar el patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades debe contribuir al diálogo y respeto entre culturas”, al tiempo que considera fundamental conseguir esta declaración de la UNESCO para el Rocío y todo lo que rodea esta tradición «para el mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización, con la consiguiente posible pérdida de identidad que está sufriendo la sociedad actual”, ha concluido.
