El senador de VOX, Ángel Pelayo, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de «incumplir una vez más la Constitución» al aprobar el llamado «cupo catalán» que, ha afirmado, «contraviene abiertamente la Constitución y la LOFCA» y supone «que no habrá aportación catalana a la solidaridad del resto de regiones, que financia parte de la sanidad o educación sobre todo de las regiones de régimen común».
Así lo ha manifestado durante la celebración del pleno de la Cámara Alta al preguntar a la ministra María Jesús Montero «qué medidas va a tomar el Gobierno de la Nación para paliar la desigualdad entre españoles y el ataque a la solidaridad entre regiones que supone el acuerdo adoptado por el PSC y ERC».
En su opinión, Sánchez y su partido, con este pacto, «condenan a regiones como Extremadura, Castilla La Mancha o Asturias a la pobreza», porque no sólo carecen de recursos propios suficientes obtenidos vía impuestos, sino también porque no hay margen razonable para aumentar su ya elevadísimo esfuerzo fiscal.
«¿Va a suplir el Gobierno la aportación de Cataluña, insisto, 30.000 millones de euros, que la Administración General del Estado recauda ahora en Cataluña, y que perdería al entregarles el sistema fiscal propio? ¿Cómo va a obtenerlo con la actual normativa fiscal, y sin mayoría suficiente para modificarla?», ha preguntado Pelayo a la ministra de Hacienda.
Para el senador de VOX, «esto es un juego de suma cero: se dejará sin cubrir lo que deja de aportar Cataluña y, por lo tanto, las regiones receptoras netas perderán capacidad de gasto e inversión». En ese sentido, ha avisado a «sus señorías del Grupo Socialista para que vayan tomando nota para cuando vuelvan a sus regiones; ya pagarán ustedes en las elecciones la factura que les dejará Sánchez».
Pelayo ha finalizado su intervención afirmado que «todo es un despropósito y además ilegal», y ha añadido que al actual Ejecutivo la ley les importa menos que huir hacia adelante y ganar tiempo para tratar de silenciar a los medios críticos, seguir presionando al poder judicial y anular al poder legislativo. «España quiere vivir, y vivirá, en democracia y bajo el único imperio de la Ley, que será restituido, no bajo el capricho de un presidente con tendencias autocráticas», ha concluido.