El Grupo Parlamentario VOX ha presentado esta mañana una PNL (Proposición No de Ley) en la Comisión de Educación en la que se pide un protocolo de actuación sobre el uso de los teléfonos móviles en los colegios. La portavoz de educación de VOX, Julia Llopis ha explicado que se necesita “Un protocolo o plan de educación digital que permita fijar una postura correcta frente al uso de los diferentes dispositivos móviles dentro del ámbito escolar.”
Los partidos de la oposición (PSPV y Compromís) han votado en contra pese a ser una iniciativa sin ningún tipo de ideología y que beneficiará a todos los alumnos. La PNL ha salido con los votos de VOX y PP.
Julia Llopis ha explicado en la comisión que “La presencia de estos dispositivos ha modificado por completo el clima de las aulas y la relación de los alumnos con sus profesores e, incluso, con sus compañeros: la disciplina se debilita, los conflictos y los problemas de convivencia crecen, su seguridad se pone en cuestión y la salud se resiente.
“Si hablamos desde el punto de vista del rendimiento escolar, hay que dejar claro que cuando un niño estudia debe evitar cualquier tipo de distracción y eso incluye el móvil (en casa y en la escuela) y cualquier otro dispositivo, incluida la radio o televisión”.
Además, Llopis ha recordado que “Se convierte en un símbolo de estatus que perjudica a los alumnos. Tener un móvil mejor para los niños empieza a ser un símbolo de estatus (cuando es más moderno, más elegante…) siendo un criterio de comparación entre ellos”.
Entre otros aspectos negativos ha destacado que produce un consumo sin medida, supone una falta de disciplina en clase. En casi la totalidad de los centros y dentro del plan de convivencia se considera una falta de disciplina en clase el uso de los teléfonos móviles.
Su uso en los recintos escolares no es más que un foco de distracción y de problemas de índole académico; provoca una falta de concentración en las aulas; induce al sedentarismo y a otros problemas de salud; incita al ciberbullying o ciberacoso; permite el acceso a contenido pornográfico no apropiado a su edad, provocando una innumerable cadena de problemas en su formación afectivo sexual. Por todo ello es necesario regular y limitar el uso de los móviles en los centros escolares.