Este año ha sido y seguirá siendo diferente en todo, incluso para el #8M. Hoy hace 365 días que este gobierno socialcomunista sabía que la pandemia era una realidad y no una mera anécdota como nos quiso hacer creer el señor Fernando Simón diciendo que iban a ser dos o tres casos.
Y, sin embargo, a pesar de saber que era una realidad, convocaron manifestaciones para que los ciudadanos saliéramos a las calles poniendo en riesgo la vida de muchas personas. Por ello, desde VOX entendemos que el #8M es el Día de las VícNmas del COVID.
El día de la mujer está totalmente desvirtuado. De eso ya se ha encargado el feminismo radical. Y, es que el feminismo actual nada Nene que ver con el de antaño, ya que su único objeNvo es promover el odio al hombre por el mero hecho de ser hombres. En definiNva, dividir a la sociedad entre hombres y mujeres, entre verdugos y vícNmas, entre buenos y malos.
Piden privilegios, no derechos. En este reclamo, se olvidan de los derechos de aquellas mujeres que viven en países islámicos. Hablando de derechos, se les ha debido olvidar que el arTculo 14 de nuestra Carta Magna lo dice bien claro: ‘Todos los españoles somos iguales ante la ley’. Por tanto y, haciendo caso a nuestro Derecho ConsNtucional, todas las personas deben de estar protegidas por igual.
Pero, ¿dónde queda esa igualdad cuando se juzga a hombres como si de un gueto se tratara? La igualdad empieza en la educación no sólo la de casa, sino también en los colegios. No se puede enseñar a ser “todos iguales” cuando se comienza por disNnguir entre niños y niñas. Un hecho no es analizado de la misma manera si el que lo realiza es un niño o una niña. Hay que enseñar a respetar a todos, independientemente del sexo, religión, del color de piel y del lugar en que se haya nacido así como de sus pensamientos políNcos.
A esto se le llama: LIBERTAD. Libertad para expresar que vícNma es todo aquel que haya sufrido una agresión ó haya sufrido una lesión en sus derechos sin tener nada más en cuenta. Libertad para decir que las mujeres, por el hecho de serlo no somos vícNmas y por ende los hombres, tampoco son verdugos, por ser hombres.
Pero claro, a la izquierda sectaria no le interesa entenderlo. Y el moNvo es sencillo: ¿dónde irían a parar sus chiringuitos? Como dijo alto y claro mi querida Macarena Olona en la sede de la soberanía nacional “LA VIOLENCIA NO TIENE GÉNERO”.
Soy mujer, algo por otro lado evidente, y madre. Madre de cuatro hijos, dos de ellos hombres. Lo único que quiero es que mis hijos por el mero hecho de ser hombres no sean: asesinos, maltratadores ó verdugos. Y que mis hijas, por el simple hecho de ser mujeres, sean vícNmas. Las tres somos “MUJERES“, no vícNmas de nada ni de nadie.
María de los Ángeles Ramos
Portavoz del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Toledo
