17 junio, 2020
La diputada de VOX en la Junta General del Principado, Sara Álvarez Rouco, ha defendido esta mañana en la sesión plenaria la Propuesta No de Ley (PNL) presentada por el grupo parlamentario para adoptar medidas dirigidas a que se garantice la asistencia sanitaria psicológica a todos los españoles e implementar la figura del psicólogo en Atención Primaria en todas las comunidades autónomas. “Se trata de una propuesta constructiva y útil, tan transversal que hace menos de una semana, justo el mismo día que anunciamos su defensa para el Pleno que celebramos hoy, la consejería de Salud anunció la puesta en marcha de medidas similares a las que VOX ya planteó hace más de dos meses, cuando registramos la propuesta en el Parlamento asturiano. Eso sí, nuestra PNL es más ambiciosa, razonable y necesaria”.
Sin embargo, explica la diputada, “pese que a priori nos felicitamos de que en este aspecto confluyan las ideas del Principado con las nuestras al tratarse de un asunto de vital importancia, ha sido solo un espejismo. Una vez más, el Gobierno del Principado, Podemos e IU han vuelto a cegarse por quién presenta la propuesta y no por su contenido. Continúan con su dogmatismo, que les ha cegado para no apoyar nuestra propuesta, dejando claro a los asturianos que para la izquierda asturiana prima el interés particular frente el colectivo”.
“No ha salido adelante nuestra propuesta pese a que dadas las circunstancias, -continúa la diputada-, la crisis sanitaria que vivimos, hace no solo oportuno, sino absolutamente necesario implementar la figura del psicólogo de Atención Primaria en todos los territorios. No se trata de un descubrimiento repentino. Desde hace años es pública la necesidad de aumentar nuestra dotación sanitaria en psicología. No puede obviarse sobre este extremo el muy famoso artículo de marzo de 2016 publicado en The Lancet Psychiatry (“Scaling-up treatment of depression and anxiety: a global return on investment análisis”), que concluye que la inversión en tratamientos para trastornos de salud mental obtiene unos beneficios cuatro veces superiores al gasto que conllevan, además del beneficio incalculable de garantizar el mayor bienestar posible a todos los pacientes, en nuestro caso a los pacientes españoles”.
Pese a tratarse de un aspecto de vital importancia, “con la negativa a apoyar a esta propuesta han hecho un flaco favor al cuidado y atención que merece la salud pública y, a ojos de los ciudadanos, han puesto en duda el interés de esta Cámara en velar por el bien todos. Consideramos que es de vital importancia que se desarrolle un protocolo de atención psicológica que se active en caso de catástrofe, como la que vivimos recientemente y aún sufrimos, con el fin de preservar la salud mental de las personas y acompañar a los familiares de las víctimas”.
Asimismo, añade la diputada, “no podemos olvidar que en España se dan otras carencias importantes en materia de salud mental. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dotación de personal especializado que registramos en nuestro país es sensiblemente inferior a la media del número de psicólogos clínicos que trabajan en la sanidad pública de otros países de nuestro entorno. Los datos al respecto son escasos, pero la muy reciente recomendación del Defensor del Pueblo, de fecha 30 de enero de 2020, sobre Atención Psicológica pone en evidencia que, según los datos disponibles la ratio en España es de 4,3 psicólogos por cada 100.000 habitantes —cuatro veces menos que en los países de nuestro entorno—, cifra que no ha variado de forma significativa desde 2009, y que incluye notables diferencias entre los diversos servicios de salud autonómicos”.
De hecho, señala Álvarez Rouco, “en cuanto a su organización, los psicólogos están incorporados a equipos de salud mental en todas las comunidades autónomas. Esto es, mayoritariamente prestan sus servicios en Atención Especializada (AE). En algunos casos también están presentes en Atención Primaria (AP), pero no en todas las comunidades, lo que deja en evidencia vez más las amplias diferencias en cuanto al número de psicólogos en los servicios de salud entre las diversas comunidades autónomas”.
Es cierto que durante estos meses, continúa la diputada, “la gravedad del momento hizo que la necesidad de prestar atención a los problemas de salud mental a consecuencia de la pandemia quedase opacada por lo inaplazable de adoptar de medidas más urgentes, relativas a garantizar la salud física de la población. De este modo, quedó en un segundo plano la atención a los efectos psicológicos de esta pandemia”. Sin embargo, señala Álvarez Rouco, “sin duda no podemos olvidar a nuestros valientes profesionales sanitarios, que con su labor diaria protegieron y protegen, ampararon y amparan, la salud de todos con encomiable esfuerzo. Merecen no solo el reconocimiento y el aplauso, sino el compromiso de nuestra sociedad con sus necesidades. No creemos que nadie dude que estos trabajadores de la salud merecen atención especial y apoyo durante y después del brote. Las posibilidades de que sufran consecuencias como frustración, impotencia, soledad o, incluso, culpa o estrés postraumático, son muy altas”, concluye Álvarez Rouco.
