Sí a la Vida

A caballo entre el 8 (Día internacional de la mujer) y el 19 de marzo (San José, día del Padre), hoy 12 de marzo se celebra en Madrid la Marcha por la vida.

En Vox, desde el principio apoyamos esta importante causa. Apoyamos y defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Y apostamos por poner a la familia en el centro de las políticas públicas, para que se tenga en cuenta sus necesidades, y la podamos revitalizar, proyectar y apoyar, porque familias fuertes constituyen una nación fuerte.

Debemos poner en marcha medidas que fomenten la natalidad y el apoyo a las familias frente a la cultura de la muerte que promueve el Gobierno; premiar la natalidad, con bonificaciones fiscales, y ayudas directas progresivas por número de hijos, por ejemplo.

Decir sí a la vida es ayudar, proteger y ofrecer recursos a las mujeres embarazadas y a los niños que crecen en su seno; decir sí a la vida es decir sí a la familia, donde los abuelos disfrutan de sus nietos, donde los padres cuidan de sus hijos, donde los mayores encuentran cuidado, amparo y refugio, tras una vida de entrega y trabajo.

Decir sí a la vida es luchar contra el alarmante incremento del suicidio juvenil, y el suicidio en general; decir sí a la vida es dar alternativas de cuidados y recursos, es dar facilidades para que, ante la enfermedad, en el último tramo de nuestras vidas, la solución no sea la eutanasia – suicidio asistido – sino el acompañamiento amoroso y los cuidados paliativos.

Decir sí a la vida es defender la dignidad humana, es comprender que el aborto no es un derecho y que el derecho fundamental que debe prevalecer frente a todos los demás es el derecho a la vida.

Creemos que es posible volver a conectar con el sentido común, cambiar el rumbo, y no resignarse ante el drama que supone para la mujer abortar. Se puede, y se debe garantizar información, apoyo y alternativas necesarias para todas aquellas madres con dificultades en su embarazo.

Pero sobre todo es nuestra responsabilidad, no sólo de los políticos, sino de todos aquellos que valoramos cada vida que nace como un auténtico milagro, ser testigos de que vale la pena proteger cada vida, y que cada vida merece ser vivida, hasta el final.

El 8 de marzo se ha celebrado, supuestamente, el día internacional de la mujer. Después de todo lo que hemos visto y leído está claro que las grandes olvidadas ese día son las mujeres que son madres, las mujeres que son hijas, las mujeres que son esposas, las mujeres que son abuelas… Sobre todo, la mujer que es madre, sin la cual no existiría ninguna mujer, y por cierto ningún hombre. Pero no debemos olvidar otra evidencia que tampoco nadie puede contradecir, y es que, de todas las relaciones, la relación fecunda, la relación que genera vida, es la relación del hombre con la mujer, de la mujer con el hombre.

Por eso es tan oportuno celebrar hoy la Marcha por la vida, en los días previos a la fiesta de San José, en que se celebra el día del Padre.

Hoy, que celebramos y decimos sí a la vida, celebramos también de forma especial la relación entre un hombre y una mujer, donde brota la vida.

Sin esta unión, no existimos, ni hombres ni mujeres.

El feminismo – que navega en inmensas contradicciones en estos tiempos – ha demonizado la maternidad, y muchas mujeres, la mayoría, seguimos sin entenderlo. Y básicamente por algo muy sencillo: porque el haber nacido biológicamente mujer, nos define esencialmente como mujeres.  No nos “hemos hecho” mujeres.

Porque incluso aunque no hayas sido madre, siempre has sido hija, y eso te hace comprender muy bien el inmenso valor de una madre. Incluso si no has tenido madre o padre, su ausencia seguro te ha marcado.

Esto tan evidente hasta hace poco todos lo veíamos igual, porque nace del sentido común propio de un corazón afinado que busca vivir en plenitud.

Pero llegó la propaganda feminista que ha engañado a tantas mujeres con las mentiras sobre la opresión hetero patriarcal, la violencia machista, los estereotipos culturales, hasta sobre la corresponsabilidad cuya última derivada es un reciente anuncio pornográfico financiado por el Ministerio de Igualdad, es decir, pagado por todos nosotros.

Un sinfín de disparates que es fundamental denunciar porque, al cabo, quienes salen perdiendo siempre son las mujeres más vulnerables, víctimas de la propaganda de las élites social comunistas.

Nosotros estamos aquí para defender la dignidad de todas las mujeres,y en especial el maravilloso don de la vida que cualquier mujer, de cualquier condición, y en cualquier circunstancia, sobre todo de fragilidad, tiene el derecho de poder custodiar y ver así cumplido su íntimo anhelo de ser madre.

Estamos aquí, en definitiva, para amparar y proteger a todas aquellas que, valientes, deciden decir Sí a la Vida.

Georgina Trías

Diputada de Vox en el Congreso de los Diputados por Ávila

«Artículo publicado en Diario de Ávila el 12 de marzo de 2023»