Sobre la cooperación al desarrollo

Tribuna de opinión de Julio Calvo, publicada en Heraldo de Aragón.

El pasado día 24 de diciembre, desde las páginas del Heraldo de Aragón, la señora Ceren Gergeroglu Akgul, presidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad, nos lanzaba esta explícita petición. A la que obviamente, por deferencia, debemos responder. “Pedimos a Vox que sea sincero y diga desde qué ideología quiere romper la cooperación al desarrollo.”

Unas líneas antes hablaba de nuestro rechazo a la cooperación. Debo volver a aclararle por enésima vez (ya lo he hecho personalmente otras veces) que no estamos en contra de la cooperación al desarrollo. Muy posiblemente sea necesaria y justa. Pero hemos dicho, y lo repito, que la cooperación al desarrollo debiera ser una competencia exclusiva, única e indelegable del gobierno de la Nación y que debe ser éste el que determine esa política. No es razonable que todas las instituciones (autonómicas, provinciales y municipales) estemos dispersando esfuerzos en su gestión. Porque eso multiplica estructuras y gastos administrativos: los famosos costes de intermediación. Precisamente, disminuyendo esos gastos estructurales, podría destinarse más ayuda a quien realmente la necesita. Un principio que estamos convencidos que compartirá la señora Ceren Gergeroglu.

Pero permítanme ofrecerles unos datos. La ciudad de Sevilla, por poner un ejemplo, que tiene más o menos los mismos habitantes que Zaragoza, tiene una deuda per cápita que es aproximadamente la tercera parte que la nuestra. Pero su aportación a la cooperación es la mitad en términos absolutos. En Sevilla gobierna el PSOE. ¿Podemos trasladarle a este partido la interpelación que nos formulaba la señora Gergeroglu? ¿Buscamos otro ejemplo, Valencia? Allí gobierna Compromís en coalición con el PSOE. La deuda de Valencia es la mitad de la nuestra y cada valenciano aporta poco más de 3 euros a la cooperación. Mientras que cada zaragozano aporta 5. ¿Les trasladamos la misma pregunta?

Les voy a citar siete ciudades españolas, clasificadas por el porcentaje de sus presupuestos que destinan a la cooperación en datos de 2019.

  • Cádiz (0,07%),
  • Madrid (0,10%),
  • Málaga (0,10%),
  • Sevilla (0,24%),
  • Barcelona (0,27%),
  • Bilbao (0,29%)
  • Valencia (0,29%).
  • En Zaragoza destinamos el 0,50%.

Todas ellas tienen una deuda per cápita inferior a la nuestra. Algunas como Bilbao muy inferior: la centésima parte. Y todas ellas tienen una aportación a la cooperación al desarrollo por habitante inferior a la nuestra. Todas ellas están gobernadas por partidos de muy diferente signo y algunas, por la izquierda. Sin embargo el interpelado es Vox, aquí.

Nos habla la señora Gergeroglu de la contraposición entre las necesidades propias y las ajenas. Los pobres de aquí y los pobres de allí. Bien, lamentablemente los recursos son escasos.  Y es una responsabilidad política, muchas veces difícil e ingrata, priorizar su destino.

En la esquina de la Avenida Navarra con la calle Ramiro I hay una fuente, aquí, en Zaragoza. Allí todos los días acuden unas personas a llenar sus garrafas de agua potable.  Que luego llevan a mano, caminando con dificultad, abrumadas por el peso, durante alrededor de un kilómetro hasta las chabolas donde viven. Y no es una escena reciente sino que se repite desde hace años. Mientras tanto, disponemos más de tres millones de euros para la cooperación al desarrollo en otros países. Y solventar en algunos casos sus problemas de abastecimiento de agua. Perdónenme, pero creo que es legítimo reflexionar sobre ello y preguntarse si nuestras prioridades son las correctas.

Cualquier ciudadano es libre de cooperar con quien quiera y con la generosidad que quiera. Nunca ha sido tan fácil, se puede hacer desde casa a través de Internet. ¿Pero hemos de ser los concejales quienes decidamos por ellos qué cantidad deben aportar? ¿Hemos sido elegidos para eso? ¿Y deben ser los funcionarios municipales que seleccionan los proyectos de cooperación quienes decidan a quién se ayuda y a quién no? Invitamos a los ciudadanos a que cooperen en la medida de sus posibilidades. Y a que lo hagan con generosidad, pero que sean ellos quienes libre y voluntariamente decidan.

Julio Calvo Iglesias

Portavoz del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza