Todo comenzó en Granada

Por Andrés Gálvez Gálvez, vocal del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de VOX en Granada.

El actual contexto sanitario de contención del COVID-19 está afectando a todos los aspectos de nuestra vida. Las festividades y eventos institucionales no han quedado al margen de las restricciones impuestas a raíz de las prescripciones sanitarias. De entre ésas festividades, ninguna tan singular y querida por los granadinos como la celebración de la Toma cada dos de enero. Aunque a esta fecha no se ha informado públicamente desde la Corporación granadina acerca del protocolo que se aplicará el próximo dos de enero, todo parece indicar que el formato usual de años pasados quedará restringido. Eso implicará que éste año el Día de la Toma perderá visibilidad, con lo que desde VOX Granada queremos compensar ése déficit, y difundir lo que representó la Toma de Granada aquél dos de enero del año de 1492, para España, para Europa, y para el resto del mundo.

¿Qué representó para España la Toma de Granada? “«Hispania tota sibi restituta est». Así celebraba la Toma el primer gramático de la lengua española, Elio Antonio de Lebrija. “España entera ha sido restituida”, proclamaba nuestro ilustre compatriota sevillano. Parece evidente que la Toma de Granada fue asumida por el común de los españoles de aquella época como la culminación de un proceso que afectaba a la esencia de la colectividad propia de los españoles. España estaba incompleta, algo le faltaba, y ése algo era Granada. Con Granada, ése algo culminaba, se consumaba, era restablecido un todo, algo previamente roto, que ahora era restaurado a su estado anterior. Nos referimos, como no puede ser de otra manera, a nuestra Reconquista. Sí, Reconquista digo, pese a las absurdas y gratuitas tesis que niegan el mismo término de “Reconquista”, alegando que es posterior a la cronología de los hechos. En efecto, no es una palabra coetánea a los hechos, pero eso no le priva de fundamento histórico.

¿Acaso la Guerra de los Treinta Años fue bautizada como tal por sus contemporáneos? ¿Lo fue la Primera Guerra Mundial?. Los “bizantinos” no se identificaron como tales mientras existió el Imperio Romano de Oriente, ni un “mozárabe” martirizado en la Córdoba califal era denominado como tal en las crónicas oficiales. Pero no por ello la comunidad de los historiadores deja de emplear tales denominaciones. Reconquista, pues, en el pleno, propio y literal significado de la palabra.

¿Qué supuso para Europa la Toma de Granada?. Las crónicas documentan el ambiente festivo y de celebración que se extendió a todos los rincones del continente. Por ejemplo, se documenta la celebración de tal noticia en la mismísima Abadía de Westminster, en Londres. Cabe preguntarse, pues, ¿por qué habían de celebrar ingleses, franceses, germanos, un hecho acaecido en el Reino de Granada?. Pues porque en el sentir europeo de la época, en la conciencia de la “Cristiandad”, aún pesaba la preocupación y el pesimismo por la irrupción armada del poderoso Imperio otomano. Recordemos que apenas cuatro décadas antes, Constantinopla, la “segunda Roma”, el último vestigio del Imperio Romano de Oriente, había sido rendida a manos de los poderosos ejércitos otomanos. Una de las ciudades emblemáticas de la Cristiandad había sido arrebatada, y las huestes otomanas ya asomaban hasta el mismo corazón centroeuropeo, en donde treinta cinco años después someterían a asedio a la ciudad de Viena. La Toma de Granada fue sentida por el resto del continente como un motivo de esperanza, de optimismo, una posibilidad de revertir el pesimismo que había generado la caída de Constantinopla.

¿Qué supuso para el resto del mundo la Toma de Granada? Para responder a tal pregunta, servirá la transcripción del testimonio de un célebre personaje de la época, que presenció desde una posición privilegiada la Toma de Granada aquél dos de enero de 1492: “Porque cristianísimos, y muy altos, y muy excelentes, y muy poderosos Príncipes, Rey y Reina de las Españas y de las islas de la mar, nuestros señores, éste presente año de 1492, después de Vuestras Altezas haber dado fin a la guerra de los moros que reinaban en Europa, y haber acabado la guerra en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año, a dos días del mes de enero por fuerza de armas vide poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de Alfambra…”. ¿Quién es el autor de tan gráfico relato?. Pues ni más ni menos que el mismísimo Cristóbal Colón, que durante los últimos compases del asedio a la ciudad había negociado con la Corona su histórica empresa, y que tras obtener varias negativas, partía de nuestra ciudad sin esperanza, seguramente sin intuir que, a la altura del municipio de Pinos Puente, se le volvería a emplazar a una cita universal, el camino a América, que acaba de comenzar en Granada. Ahí tenemos la clave. América comienza en Granada. La Hispanidad nace en Granada. Todo comenzó en Granada.