El diputado del Grupo Parlamentario VOX en el Parlamento de Andalucía y portavoz en la Comisión de Salud, Rafael Segovia, ha exigido al Gobierno de Moreno Bonilla medidas que contribuyen de manera efectiva a frenar las agresiones que están sufriendo los profesionales sanitarios del SAS, advirtiendo que “nos estamos acostumbrando y estamos normalizando situaciones que son realmente lamentables”.
Segovia ha insistido al Ejecutivo del PP en la necesidad de “profundizar en las causas” de estas agresiones a sanitarios ya que “hay factores que no estamos teniendo en cuenta” y así “resulta complicado identificar a los grupos sociales que afectan a esta cuestión”.
Entre estos factores, Segovia considera necesario conocer el nivel social, cultural, creencia y país de origen, algo que “al parecer eso incomoda a mucha gente” pero que es “esencial para poder saber sobre qué sector de la población tenemos que actuar”.
Según datos de la propia Junta de Andalucía, sólo en 2022 se produjeron 1.494 agresiones al personal del SAS, cifra muy similar a la de 2019, cuando fueron agredidos 1.507 sanitarios, cifras que, como ha afeado Segovia a la consejera de Salud, no coinciden en algunos casos con las que ella misma ofrece a pesar de que son datos oficiales.
Como lamenta el parlamentario de VOX, “estamos ante un problema de extraordinaria gravedad que el SAS no está sabiendo atajar”, considerando que la convocatoria de las mesas contra las agresiones a sanitarios anunciada por el Gobierno de Moreno Bonilla no es más que “una manera de ganar tiempo y de compartir la responsabilidad” de lo que está ocurriendo en la Sanidad Pública con los diversos colectivos que se sienten en ellas.
“Todos los anuncios que se hacen al respecto por parte del Gobierno andaluz nos parecen el mejor de los casos una declaración de intenciones insuficiente”, ha denunciado Segovia, al tiempo de reclamar la adopción de medidas de manera urgente.
Las medidas reclamadas por VOX: Desde campañas de concienciación a cambios normativos y jurídicos
“La actitud tibia hacia el agresor resulta difícil de explicar y se suma a la fuente de desánimo y desapego de nuestros profesionales hacia el sistema sanitario público”, por lo que defiende que “la administración debe personarse como acusación de oficio en cada uno de los casos”.
Como ha advertido Segovia, “las cámaras de seguridad no sirven de nada si el agresor, una vez identificado, no recibe posteriormente una condena adecuada”, lo mismo que sucede con los timbres en consulta que “sirven de poco si no hay a pocos metros personal de seguridad que acuda a defender al facultativo agredido”.
Así, el parlamentario de VOX ha abogado por “mecanismos eficaces de identificación y control de los reincidentes con un alejamiento efectivo del agresor respecto al agredido”, así como “suficiente personal de seguridad” al menos en aquellos centros con punto de Urgencia de 24 horas, en centros con mayor incidencia de agresiones y centros en zona con necesidad de transformación social.
Segovia también ha reclamado al Ejecutivo del PP que en el DIRAYA, el sistema informático que utilizan los médicos, “debe aparecer una señal de alarma advirtiendo al profesional que el paciente es agresor”.
Cambios normativos y jurídicos que permitan sancionar con más contundencia a los agresores; reclamar al agresor el coste del material que destroce, el retraso de la consulta y la baja laboral del profesional; informar a los ciudadanos para que sepan a lo que se exponen si agreden a un trabajador del SAS; hacer campañas de prevención y concienciación social para que no se normalice, como está ocurriendo, la agresión al personal sanitario; y proporcionar apoyo psicológico adecuado al profesional agredido para que se sienta amparado por la Junta en todo momento, son otras de las medidas que VOX considera necesarias.
