Tras la aprobación por parte del gobierno de izquierdas PSOE-Cambia Avilés de la subida de tasas de basura un 20% a los avilesinos para paliar los sobrecostes decretados por el Gobierno de Asturias por el reciclaje de los residuos, las concejales del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Avilés han criticado duramente la actitud del gobierno avilesino que “al contrario que otros grandes ayuntamientos como Oviedo y Gijón, no planta cara a la Consejera de Transición Ecológica, la señora Roqueñí, por eso exigimos que lo haga ante el despropósito que constituye el incremento de tasas por persona y año para sufragar los costes de la planta de basura bruta”, dijo la portavoz, Arancha Martínez Riola.
Las ediles han remarcado el “estrepitoso fracaso de las campañas de reciclaje que se han llevado a cabo desde el año 2017 en Avilés, que lejos de incrementar el porcentaje de reciclaje de residuos urbanos en nuestro concejo, han dilapidado más de medio millón de euros de las arcas municipales”.
Arancha M. Riola ha añadido que “mientras que en 2017 la tasa de reciclaje se situaba en un 27%, en 2023 nos encontramos ante un 21,42%, poniéndonos a la cola de los grandes concejos de Asturias en tasa de reciclaje”. La edil continuó diciendo que “el gobierno socialista de Avilés, no contento con los malos resultados de las campañas de concienciación en las que se gastaron 140.000 euros y la compra de contenedores para reciclar residuos orgánicos por 451.000 euros -contenedores que nadie sabe dónde están colocados-, ha vuelto a licitar en 2023 otro contrato para otra campaña de concienciación cofinanciada con fondos PIREP por un importe de 151.000 euros que mucho nos tememos que tendrá el mismo nulo impacto que las anteriores”.
Para finalizar, desde el Grupo Municipal VOX Avilés manifiestan que “una vez más, constatamos que las ilusas pretensiones de la Unión Europea para incrementar a niveles imposibles la tasa de reciclaje a los ayuntamientos, solo tienen un beneficiario que son las arcas públicas, y muchos damnificados, que son los sufridos ciudadanos que pagan con sus impuestos los delirios de la religión del cambio climático a la que nos tienen sometidos los burócratas de la Unión Europea”.
