Ahora resulta, tras 12 años de absurdas limitaciones, que las “Tascas de Castellón” pueden dejar de ser zona ZAS porque ha disminuido el nivel de ruido.
“Es de ‘Perogrullo’ que si hemos condenado a las tascas con restricciones horarias y de aforo, limitando el consumo e imponiendo normativas prácticamente inasumibles por los hosteleros, haya bajado la afluencia de clientes y el ruido. Este Ayuntamiento va a descubrir ahora la pólvora”, comenta Luciano Ferrer.
La solución, parece ser, pasa por retirar la normativa ZAS (Zona Acústicamente Saturada) pero manteniendo un programa de medidas correctoras.
Las nuevas medidas, que se expondrán al público durante un mes, y que también afectan a las terrazas de la Plaza Santa Clara, están pendientes de la celebración de la próxima Junta de Gobierno Municipal.
“Ahora quieren ‘abrir la mano’ y mostrarse comprensivos tras haber arruinado una de las zonas de ocio más emblemáticas de la ciudad”, concluye Ferrer
