VOX considera la pintada aparecida ayer en la Cruz de Ribalta un acto antidemocrático.
Es curioso que aquellos que nos acusan de fascistas ejerzan el fascismo más absoluto alentando a saltarse la ley y todos los procedimientos administrativos que siguen actualmente su curso de manera democrática.
No compartimos las formas en que se están haciendo las cosas, a pesar de que se están siguiendo los cauces reglamentarios el acoso y derribo a la Cruz de Ribalta es una obsesión de la izquierda, en el fondo les molesta la Cruz no lo que dicen representa.
Ahora, una banda de exaltados quiere saltarse todas las normas en un claro acto antidemocrático. No vale todo.
«O la derribáis o la derribamos»…Menos mal que los fascistas somos nosotros.
Solicitamos que se deje de encubrir a esta organización y que sus actos sean controlados por las fuerzas de orden público como se hace con el resto de organizaciones.
