VOX denuncia el aumento de 76.000 millones en el “gasto político e ideológico” de la Unión Europea mientras no destinan “ni un euro más” al sector primario

Jorge Buxadé ha acusado a Bruselas de querer “pagar la fiesta con nuevos impuestos y subiendo los impuestos”, acusándolos de que “viven fuera absolutamente de la realidad” y esperando que, tras las elecciones europeas del próximo año, “la realidad les devuelva a su casa”

El jefe de la delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha denunciado que el Parlamento Europeo “pide aumentar 76.000 millones de euros el marco financiero, porque su puñetera agenda 2030 tiene que ser ejecutada” mientras no destinan “ni un euro más a agricultores, ganaderos y pescadores”.

Buxadé ha lamentado que Europa quiere “pagar la fiesta con nuevos impuestos y subiendo los impuestos”, acusándolos de que “viven fuera absolutamente de la realidad” y esperando que, tras las elecciones europeas del próximo año, “la realidad les devuelva a su casa”.

El eurodiputado de VOX ha denunciado también como Europa “pide 1.300 millones más para gastos ordinarios y financieros, pero ahí fuera no pueden pagar las hipotecas” o que reclaman “otros 9.000 millones más para colaboraciones e inversiones con los países de la vecindad, pero ahí fuera nuestros compatriotas lo que piden es protección frente a la vecindad, la del este y la del sur”.

“Piden 1.600 millones más para gestionar fronteras”, ha continuado Buxadé, cuando en realidad es para “seguir financiando a las ONG s en el Mediterráneo y la acogida de inmigrantes”, subrayando que “eso no es gestionar fronteras, eso es gestionar una derrota y la miseria”.

Como ha criticado Buxadé, “no reducen ni un euro de gasto ideológico, ni jets privados, ni coches eléctricos súper caros para que sus señorías calmen su conciencia climática después de apretar el botón verde y destruir a cualquier sector productivo, como la industria del automóvil”.

Para el jefe de la delegación de VOX, “los de ahí fuera, los que pagan nuestras nóminas y sufren las consecuencias de sus políticas”, deben “saber cómo piensan y qué votan” en Europa.