VOX denuncia las fatales consecuencias que el fanatismo climático tendrá en la economía y las familias

Ignacio Garriga reivindica el papel de la industria en Cataluña cuya viabilidad se ve amenazada por las políticas climáticas

La denuncia de las consecuencias del fanatismo climático es una de las principales batallas que está liderando VOX. En palabras del presidente del grupo parlamentario de VOX, Ignacio Garriga, “infraestructuras, empresas, puestos de trabajo e industria capital para los catalanes se encuentran amenazadas por las políticas del Govern, de Sánchez y las imposiciones de la UE. Está en nuestra mano garantizar un futuro próspero para las generaciones venideras.”.

Entre las principales acciones desarrolladas en este contexto, el Grupo Parlamentario de Vox ha trasladado el debate al pleno del Parlament mediante una interpelación a la consejera del ramo, una moción y preguntas de control donde se ha puesto de manifiesto cómo «la ideología climática auspiciada por el Govern y el resto de partidos actúa como antifaz contra el sentido común y obliga a los ciudadanos de a pie a pagar las consecuencias”.

Además de ello, Garriga ha dedicado la última semana a significar la importancia de cuatro importantes complejos industriales de la región gravemente afectados “por este atropello” con el fin de denunciar que “la política fiscal climática destruye la competitividad de nuestras empresas y acaba con cientos de miles de puestos de trabajo”.

El líder de VOX ha conocido la zona Petroquímica de Tarragona, considerado el polo petroquímico más importante del sur de Europa, generador de 5.500 puestos de trabajo directos, otros tantos indirectos y aproximadamente unos 35.000 inducidos en una zona sin apenas alternativas económicas. Empleados del sector han puesto de relieve el peligro que supone para la región el nuevo impuesto de la Generalitat a las emisiones de CO2, ya gravado por la UE, que podría acabar provocando el cierre o el traslado de múltiples empresas. “Hablan de transición, sí, pero de una transición directa al abismo de la ruina y la miseria, mientras sus amigos se llenan los bolsillos a costa del infierno fiscal verde”, ha declarado Ignacio Garriga.

Garriga ha visitado también la comarca de la Ribera del Ebro, donde ha puesto en valor los beneficios que genera la actividad y presencia de la central nuclear de Ascó, donde habitantes y trabajadores se muestran gravemente preocupados por su cierre previsto para la próxima década. “No podemos permitirnos su pérdida porque supone un atentado contra la soberanía energética de nuestro país y sus efectos incidirán directamente en el aumento del precio de la electricidad que pagan las familias”.

Asimismo, el diputado ha podido tratar de primera mano las numerosas problemáticas que afrontan los trabajadores y transportistas del Puerto de Barcelona, perjudicados por la Zona de Bajas Emisiones que actualmente prohíbe el tránsito de camiones y autocares matriculados antes del 2006. El Puerto, una infraestructura industrial de gran peso, ve lastrada también su competitividad frente a otros puertos del Mediterráneo debido a las numerosas restricciones climáticas.

Finalmente, trabajadores de la fábrica de Seat en Martorell han tenido la oportunidad de transmitirle su preocupación por el impacto negativo que puede tener sobre la plantilla la inmediata imposición de fabricación eléctrica. Garriga ha advertido que “la transición energética forzosa pone en riesgo el futuro de la industria automovilística, tan importante en España y concretamente en Cataluña”.