“El proyecto de ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi no pretende ni la reconstrucción ni la divulgación de la historia real del periodo de tiempo al que hace referencia y cuya consecuencia probable es la división entre españoles, señalando como buenos a unos y como malos a otros. En ningún caso pretende ser una exposición objetiva de acontecimientos y relatos para que sea el ciudadano el que saque sus propias conclusiones”.
Esta es una de las razones que han llevado a Amaia Martínez, parlamentaria vasca de VOX, a registrar en el día de hoy una enmienda de totalidad al proyecto de ley en cuestión, un proyecto de norma que “pretende imponer una verdad oficial, con apariencia de ser objetiva, que presenta como incuestionable y contra la que no admite disensión alguna. Establece qué se debe recordar y qué no, también qué es sancionable y qué no, evitando toda referencia a aquellas personas que murieron a manos de otros vascos y por una motivación política, la seña de identidad de ETA”.
Siendo uno de los pretendidos objetivos de este proyecto de norma promover la reparación moral y la recuperación de la memoria de quienes padecieron persecución por razones de muy diverso tipo, también por motivación política, “no parece razonable desde ningún punto de vista que la parte proponente, el Gobierno Vasco, quiera ocultar las decenas de personas asesinadas por ETA antes de la aprobación del Estatuto de Autonomía. Es el blanqueamiento de la banda criminal y de sus cómplices a través del olvido en forma de ley, algo absolutamente inadmisible”.
En la enmienda de totalidad también se hace referencia a otras cuestiones que, a juicio de la parlamentaria vasca de VOX, justifican por sí solas la devolución del proyecto de ley a sus promotores. “La historia es el conjunto de sucesos o hechos de diversa índole (políticos, sociales, económicos, culturales…) de un pueblo o de una nación, siendo a los historiadores a quienes corresponde el estudio y análisis de relatos y de vestigios para la reconstrucción de dicha historia. En ningún caso es una tarea que corresponda a representantes políticos con ideologías concretas y definidas”.
Además, “frente al concepto de historia se contrapone el de memoria, siendo dos términos que no tienen encaje conjuntamente. Así, memoria histórica es un concepto abstracto que tiene la clara pretensión de definir aquello que las personas han de recordar de un momento o de un periodo de tiempo concreto”, a lo que hay que añadir la pretensión del proyecto legal de construir una memoria concreta “cuando la historia no es un recuerdo del pasado sino la interpretación de hechos, relatos y vestigios del pasado”.
Y en este sentido, con el fin de hacer realidad esa “memoria construida”, la pretensión de eliminar todo vestigio de una parte de nuestro pasado, “realizar un borrado interesado de nuestra historia, juega un papel fundamental en la imposición de una verdad única y manipulada”, para la parlamentaria vasca de VOX una muestra más de que el objetivo de este proyecto legal es dividir a la sociedad en bandos de buenos y malos.
Amaia Martínez es consciente de que el proyecto de ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi tiene respaldo suficiente para salir adelante, “pero por responsabilidad hemos registrado nuestra enmienda de totalidad, convencidos de que sólo va a contribuir al enfrentamiento entre españoles, que memoria e historia son conceptos que no pueden caminar juntos, que es de una irresponsabilidad máxima pretender sacar la violencia de ETA de nuestra memoria”.
