La portavoz del Grupo Municipal VOX en el Ayuntamiento de Sevilla, Cristina Peláez, ha lamentado este miércoles que el dispositivo especial anunciado por el gobierno del PP para mediar en el caso de la okupación del edificio de la calle Feria se limite a una foto.
Peláez ha manifestado que “acabamos de visitar, de nuevo, a los vecinos de la calle Feria afectados por la okupación del edificio situado en el número 158 de esta céntrica calle sevillana, objeto de okupación desde hace más de cuatro años. Los vecinos y los comerciantes aseguran que nadie del Ayuntamiento de Sevilla, salvo VOX, se ha reunido con ellos o preocupado por su situación. Aseguran no saber nada del dispositivo que ha anunciado el alcalde porque, lamentablemente, solo se trata de una foto montada entre los responsables de las distintas areas afectadas para hacer creer que están hacienda algo, cuando en realidad es que no saben ni siquiera como afrontar el problema. Vamos a exigir al alcalde que explique detalladamente ese disposaitivo del que vamos a reclamar que rindan cuentas”.
“La okupación de este edificio se remonta a 2020, y desde entonces desde VOX venimos denunciado esta situación y nada ha ocurrido desde entonces, más allá de que, tal y como temíamos, la convivencia se ha deteriorado al punto de convertirse en imposible y que, en estos años, y junto a este edificio, se ha instalado una residencia para acoger menas. Algunos de estos okupas, pertenecientes a una mafia de origen rumano que atemoriza a los vecinos, se dedican a destrozar los vehículos aparcados en la calle, generan peleas, suciedad, continuos cortes de luz por los enganches ilegales y últimamente arrojan aceite en la acera y los portales de aquellos vecinos que osan llamarles la atención. Por estos hechos se han producido caídas y lesiones. Desde VOX no nos cansaremos de atender a los vecinos y denunciar la situación, pero poco más se puede hacer mientras tengamos un gobierno, el de la nación, que los apoya y protege, y un Ayuntamiento cuyo gobierno del PP está dispuesto a cortar el agua y la luz a los pisos turísticos ilegales pero no a los edificios okupados y a los narcopisos. Urge un compromiso politico, real, no de cara a la galería, como es el caso. Un compromiso que defienda al vecino frente al delincuente; decisiones que permitan el desalojo de este edificio y su recuperación para las familias del barrio que se sienten indefensas. Son casi cinco años de okupación, en un barrio que se deteriora por momentos”.