La vicepresidenta de VOX Navarra, María Estévez, exige la derogación de las partidas y subvenciones de cooperación al desarrollo del Gobierno de Navarra y de todas las administraciones públicas de la comunidad, para disponer así de “más fondos para los servicios que se prestan a los navarros”. El Gobierno foral ya anunció el pasado mes de mayo un presupuesto de 8,2 millones para proyectos de las ONGD, mientras que el Ayuntamiento de Pamplona destina en este fin 1,9 millones este año. Esta cifra equivale al 0,8 % del presupuesto.
Estévez argumenta que la cooperación “no es competencia municipal ni autonómica”; sino que debería ser “una competencia única e indelegable del Gobierno de la nación”. Aboga por que las instituciones deben centrarse en “atender los problemas de los navarros”, por lo que “no es de recibo” destinar millones en “problemas ajenos”. Todo ello, en un escenario donde 1,6 millones de llamadas telefónicas se quedaron sin atender en los centros de salud de Navarra desde marzo de 2020; y el tiempo de espera en consultas se ha incrementado un 57%. Lo primero es que el Gobierno de Chivite se centre en resolver los graves problemas de los servicios fundamentales que pagan los navarros con sus impuestos.
La falsa cooperación: Dinero se queda en intermediarios
Del mismo modo, incide en que “apenas llega una tercera parte a los países de destino”; puesto que “la mayor parte de estas ayudas se pierde en estructuras y sueldos”. “Es muy fácil ser solidario con el dinero de los demás. Los ciudadanos, en el ejercicio de su libertad, son quienes deben decidir cuánto y con quién desean cooperar. Pero en ningún caso los políticos deben decidir por ellos con el dinero público”, sintetiza. Por último, critica que Navarra Suma “vuelve a doblegarse” ante la izquierda al aceptar las políticas de cooperación.
