Amaia Martínez y el presidente Urkullu

VOX no participará en el próximo ejercicio de propaganda del presidente Urkullu

Rechaza sumarse a su próxima ronda de contactos para, supuestamente, valorar el impacto de la invasión de Ucranía en Vascongadas.

VOX no acudirá a la ronda de contactos convocada por el lehendakari para la próxima semana por entender que lo único que pretende es obtener cotas de protagonismo que la realidad de la invasión de Ucrania no le concede. Es más, estima que el encuentro sólo puede ser para informar de medidas ya adoptadas para frenar las consecuencias de la guerra, no para diseñarlas, debatirlas y desarrollarlas.

VOX estima que no tiene sentido evaluar en el País Vasco las consecuencias de la invasión porque la actual situación de crisis no tiene como causa principal la guerra de Putin sino la actuación del Gobierno Sánchez en contra de los intereses de los españoles y la ineficacia del Estado de las Autonomías, del que el partido de Urkullu ha sido instigador principal.

Por otro lado, VOX sigue considerando al lehendakari como uno de los promotores del cordón antidemocrático que los jueces han obligado a levantar, el motivo por el que rechazó el último encuentro con el presidente del Gobierno vasco, un cordón totalitario del que el señor Urkullu niega su existencia y por el que rechaza la exigencia de responsabilidad política alguna contra los miembros de su partido que lo sellaron en la Mesa del Parlamento Vasco.

Es preciso recordar que es el PNV el grupo que más representantes tiene en dicho órgano parlamentario y que si VOX ha recuperado sus tiempos de intervención y su capacidad de acción política es gracias al Tribunal Constitucional, algo que jamás sucedería de ser una decisión que tuviera que adoptar el propio lehendakari.

El cordón totalitario no ha concluido con la sentencia del TC porque aún hay partidos, como el propio PNV, que rechazan debatir con VOX, que ya estarían preparando una reforma del Reglamento del Parlamento Vasco para volver a silenciar a las 17.500 personas que votaron VOX en julio de 2020, que insisten en demonizar al partido que preside Santiago Abascal, llegando a justificar amenazas y agresiones contra sus dirigentes, sus afiliados y sus simpatizantes.