Amaia Martínez

VOX por la devolución al estado de la competencia educativa y evitar modelos como el vasco

Amaia Martínez enmienda a la totalidad del proyecto de Ley vasca de Educación por imponer el euskera “como lengua de país”, por extender la ideología nacionalista entre el alumnado, por violar el derecho de las familias a elegir la educación que quieren para hijos

“Consideramos que la educación es un derecho fundamental, como lo recoge nuestra Constitución, defendemos un sistema educativo armonizado, que evite desigualdades territoriales, que vele por la igualdad de oportunidades de las personas, apostamos por un modelo educativo que evite que esas oportunidades sean distintas dependiendo del lugar en el que el alumno haya nacido”. 

Con afirmaciones así ha defendido Amaia Martínez, parlamentaria vasca de VOX, la urgencia de devolver al estado las competencias en materia de Educación, sin olvidar que se está tramitando el correspondiente proyecto de ley en la Comunidad Autónoma Vasca, un proyecto que ha solicitado sea devuelto a sus promotores, al Gobierno Vasco. 

Ha explicado en rueda de prensa que “es un proyecto de enorme trascendencia, para el futuro de España y para el del alumnado de esta comunidad autónoma que, una vez más, ve como el Gobierno Vasco prioriza el euskera para la construcción nacional por encima del que debería ser objetivo de todo sistema educativo: ofrecer a los alumnos la mejor capacitación posible, trabajar para le excelencia académica y humana”.

La parlamentaria vasca de VOX ha puesto el acento en una cuestión que PNV y EH Bildu, promotores del proyecto, consideran angular para seguir avanzando en su particular construcción nacional, el euskera. “Este es un modelo educativo que utiliza el euskera y la denominada cultura vasca -que se presenta como absolutamente ajena a la española- como herramientas para la transmisión ideológica para, así, apuntalar el régimen político construido durante los últimos 45 años por el nacionalismo y el independentismo vascos”.

“Sí, el euskera como herramienta para la construcción de país, ‘lengua propia’, ‘lengua de país’, ‘eje del sistema educativo vasco’… términos que se utilizan a lo largo de todo el proyecto de ley y que relegan al castellano a lengua de segunda, imponiendo un único modelo educativo, el D, derogando de facto los aún vigentes, una flagrante violación del derecho de las familias a elegir la educación que quieren para sus hijos”.

De aprobarse esta ley, entiende Amaia Martínez, se acabará también con un modelo educativo basado en la convivencia entre enseñanza pública, privada y concertada, imponiendo a los centros concertados condiciones que les convierten de factos en públicos, negándoles vías de financiación hasta ahora en vigor y aceptadas por las familias.

Y Amaia Martínez no ha querido olvidar el adoctrinamiento ideológico y político del que hace gala este proyecto legal: “el modelo educativo vasco pretende educar en valores transmitidos con un evidente sesgo ideológico, sin reconocer capacidad alguna a los progenitores para decidir qué se enseña y qué no a sus hijos. Se impone garantizar ‘la libertad sexual y de género, la laicidad’ en un estado que se define como aconfesional”.

“El modelo educativo vasco sustentado en este proyecto de Ley fabrica relatos políticos sobre bases ideológicas, las específicas del nacionalismo y el independentismo vascos. No duda en manipular la historia, mostrando al alumnado la historia vasca como ajena a la de España, e insiste en la consideración de esta región, de esta comunidad autónoma, como si fuera un país”.

Amaia Martínez ha concluido haciendo una encendida defensa de “la recuperación de la competencia educativa por parte del Gobierno de España para luchar contra la discriminación entre españoles, para que desde las aulas se prime la capacitación y la excelencia humana y académica, no la construcción de una ensoñación nacionalista que merma la preparación del alumnado”.