El Grupo Parlamentario VOX ha presentado una Proposición no de Ley para promover fuentes de energía que contribuyan desde nuestra región a alcanzar la soberanía energética de España, con una planificación ordenada, dejando de lado intereses especulativos que amenazan a la sostenibilidad social, medioambiental y económica. Además de realizar informes de afección medioambiental, de usos de suelo y su futura contribución social económica y medioambiental y que en caso de que existan dictámenes desfavorables del informe se paralice inmediatamente la instalación de cualquier macroproyecto de energías renovables.
La diputada de VOX, Ana Bellver, explica los motivos de esta iniciativa: “en las últimas décadas, en lugar de apostar por nuestras capacidades e invertir en nuestro futuro, los gobiernos han preferido desguazar a nuestra soberanía, desmantelando nuestra industria e impidiéndonos explorar y aprovechar nuestros recursos naturales, provocando una enorme dependencia de terceros países”.
Como consecuencia de esto, las familias y empresas españolas son las que padecen las consecuencias, con las facturas de luz y gas más caras de la historia y una cesta de la compra inaccesible para muchas familias y trabajadores. Además, la industria ha perdido la mitad de su peso en el PIB nacional desde 1980 y se prevé́ que se pierdan otros 200.000 empleos ligados a la industria para 2030. Ese es el balance de una agenda globalista diseñada más allá́ de nuestras fronteras por élites que nadie ha elegido y que ha
decidido que la industria debe irse al norte de Europa o a terceros países, a costa del empleo y del futuro de los trabajadores españoles.
Estos años bajo el paraguas de la transición ecológica, se han transferido ingentes cantidades de dinero de las clases medias y trabajadoras a las élites que impulsan la agenda climática sin que tengan ningún plan realista que garantice la conservación de nuestro patrimonio natural. Cada día es más evidente que la agenda 2030 es un negocio donde siempre salen ganando los mismos.
En la PNL se critica que los que han usado el fanatismo climático para deslocalizar nuestras industrias y regalar nuestra soberanía energética, ahora promueven macroproyectos de energías renovables de manera descontrolada, perpetuando un modelo de multinacionales que controlan el mercado de la energía que acaba provocando una burbuja especulativa y que, en gran cantidad de ocasiones, no tiene en cuenta nuestro patrimonio natural, los usos tradicionales del suelo ni al sector primario.
Bellver recuerda que “Las mismas elites que han criminalizado a nuestro sector primario asfixiándolo con impuestos verdes y burocracia y que han hecho inviables muchas explotaciones, ahora riegan con subvenciones y agilizan estos macroproyectos que van a llevarse a cabo en contra de la voluntad, tradición, economía y costumbres de los vecinos de muchos pueblos y comarcas de nuestra región”