Acabar con un modelo de subvenciones a dedo para amigos y afines políticos que lo único que ha conseguido es perjudicar al sector literario.

VOX propone un “cambio de paradigma” en la política de subvenciones a la literatura: “hay que apostar por un sector literario sano, dinámico, sin discriminaciones ni amiguismos”

Debemos acabar con el enfrentamiento lingüístico en la cultura. Los escritores mallorquines lo son independientemente de la lengua en la que escriban. No podemos permitirnos el favoritismo con unos y poco menos que el destierro con otros

El Grupo de VOX en el Consell de Mallorca elevará al próximo Pleno de la institución insular una ambiciosa moción que, en palabras del consejero y portavoz adjunto Toni Gili, busca “acabar con un modelo de subvenciones a dedo para amigos y afines políticos que lo único que ha conseguido es perjudicar al sector literario. En su lugar proponemos un cambio de paradigma en el que las políticas deben considerar de forma transversal al sector literario, desde el escritor hasta el librero, pasando por editores, traductores y sobre todo el fomento de la lectura”.

La producción literaria no sólo supone una indiscutible fuente riqueza cultural, necesaria e imprescindible para cualquier pueblo que se precie de serlo. Es además un importante motor económico que beneficia de forma transversal a numerosos sectores. Más allá de la figura del escritor, en el proceso que va de la escritura de una obra a su comercialización intervienen agentes literarios, editores, correctores y traductores, imprentas, distribuidoras, diseñadores gráficos y de maquetación, ilustradores, fotógrafos, transportistas, comerciales, libreros…A ello se añade el valor añadido de suponer un sector estratégico. Cada vez que se nombra a un autor y su obra, nuestras Islas trascienden su ámbito geográfico. Es, también, una marca y seña de nuestra sociedad.

En la moción de VOX se propone, por ejemplo, que las ayudas destinadas a los autores no discriminen por cuestión de lengua y sean accesibles para escritores que trabajen en cualquiera de las dos lenguas oficiales de nuestra comunidad. El mismo criterio se seguirá con las editoriales, que para acceder a cualquier tipo de ayuda o subvención deberán acreditar estar al corriente de las regalías (derechos de autor) con sus escritores. “Se trata de defender al eslabón principal y en ocasiones más débil del sector literario, a los propios escritores”, ha señalado Gili.

De la misma manera, tanto en ferias del libro como en concursos convocados o participados por la administración pública (Consell de Mallorca y ayuntamientos de la Isla) se apostará por el bilingüismo, siendo los eventos y las categorías premiadas abiertas a las dos lenguas oficiales, en igualdad de condiciones y remuneración de los galardones. Gili ha manifestado que “debemos acabar con el enfrentamiento lingüístico en la cultura. Los escritores mallorquines lo son independientemente de la lengua en la que escriban. No podemos permitirnos el favoritismo con unos y poco menos que el destierro con otros”.

También se propone un programa de residencias becadas para autores y planes para el fomento de la obra publicada en medios de comunicación y bibliotecas públicas.