El grupo parlamentario de VOX ha presentado una proposición de ley para suprimir el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de vehículos que el gobierno catalán pretende empezar a cobrar a partir del próximo mes de septiembre.
Antonio Gallego, portavoz adjunto del grupo parlamentario de VOX en Cataluña considera que “con la excusa del medioambiente, están esquilmando los bolsillos de los catalanes”. “Su inminente aplicación es un nuevo varapalo para los contribuyentes catalanes, que ya de por sí son los que más impuestos pagan en España por culpa de la lamentable gestión económica de los gobiernos separatistas”, añade el diputado. “En un contexto de profunda crisis económica donde muchas familias están sufriendo una importante caída de sus ingresos, este nuevo tributo resulta una injusticia social que no vamos a consentir”.
Gallego ha explicado que se trata de un impuesto propio de la Generalitat y que afectará a los titulares de un turismo, motocicleta o furgoneta que tengan domicilio fiscal en Cataluña. Por ello, la propuesta presentada hace hincapié en que ya existen otras figuras fiscales como el impuesto de matriculación, el de circulación y los impuestos sobre hidrocarburos, que gravan el mismo hecho impositivo, y por tanto, “es un tributo innecesario y resulta una nueva carga impositiva para las clases medias y bajas”.
“La movilidad es un derecho fundamental de las personas, por lo que debe ser asequible y tener el menor coste posible” teniendo en cuenta que además “muchos ciudadanos optan diariamente por el coche como vehículo de transporte principal”, se argumenta en el texto.
La propuesta de VOX para modificar la ley que regula este tributo será debatida en la próxima Comisión de Políticas Digitales y Territorio del Parlament donde el grupo tratará de recabar el máximo de apoyos para sacarla adelante.
