El diputado nacional de VOX por Huelva, Tomás Fernández, y el parlamentario andaluz de VOX por la provincia onubense, Rafael Segovia, se han reunido con el presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas, Juan Gómez, para conocer de primera mano la realidad de este núcleo costero de Huelva y se han comprometido a exponer sus acuciantes problemas en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento de Andalucía.
Antes de comenzar la reunión, Segovia ha indicado que «nosotros venimos a escuchar y a buscar soluciones para Matalascañas, pero los partidos responsables del abandono que sufre este núcleo urbano almonteño, deberían venir a dar explicaciones».
En la reunión también han estado presentes el coordinador de VOX en Almonte, José Joaquín de la Torre, y el vicesecretario provincial de Organización, Miguel Ángel Sánchez.
De las 53 propuestas y peticiones que la asociación realiza por escrito a las administraciones competentes, las cuestiones que más urgen en este núcleo costero de Huelva son el desdoble de la A-483, ante la avalancha de turistas que Matalascañas recibe en época estival; el abastecimiento de agua ante el inminente cierre de dos importantes pozos, la construcción de una EDAR que evite el vertido de aguas residuales a un entorno medioambientalmente privilegiado, y el reparto homogéneo de las inversiones entre los tres núcleos urbanos de Almonte.
Fernández mostró su asombro ante la notable reducción de inversiones en la costa onubense, señalando que «hace tres años, en los PGE, Huelva tenía adjudicada una inversión para la regeneración de costas de 4,7 millones de euros; hace dos años, 200.000 euros; el año pasado, 100.000 euros para toda la provincia de Huelva», a lo que añade que «hace tres semanas salió un documento por el cual se concede una dotación de más de 600.000 euros para gastar en publicidad institucional de promoción de la costa de Huelva. Todo muy lógico», ironiza Fernández.
Sobre el cierre de los pozos, previsto para esta primera semana de marzo, la asociación propone que antes de llevar a cabo esta operación, se compruebe si los nuevos pozos que se van a abrir tienen agua suficiente para garantizar el abastecimiento a toda la población. En ese sentido, Segovia recuerda que «la construcción de las infraestructuras hidráulicas que nos permitan traer el agua desde la cuenca Tinto-Odiel-Piedras, que tiene excedente de agua, garantizaría el abastecimiento de agua de Doñana y su entorno», pero «no se hace por desinterés político».
En este sentido, Fernández apostilla que no tiene lógica alguna que «mientras en unos puntos de la provincia se está tirando agua al mar, en otros se aplican restricciones al consumo humano y agrícola».
No sólo el abastecimiento de agua supone un problema en Matalascañas, sino también el tratamiento de las aguas residuales. De la Torre explica que «después de treinta años, la depuradora de Matalascañas sigue sin autorización de vertidos» y está «obsoleta», según afirma, una situación que «es sangrante, porque durante años, los presupuestos han recogido grandes cantidades de dinero de múltiples fondos para la EDAR, pero los diferentes gobiernos del Ayuntamiento no se lo han gastado».
Esta situación ha generado numerosas denuncias que al final pagan todos los almonteños, por lo que «hay que exigir responsabilidades políticas», asevera De la Torre.
Debido a la urgencia de las peticiones de los vecinos, tanto Fernández como Segovia se han comprometido con la Asociación de Propietarios de Matalascañas a «presentar iniciativas a nivel nacional y autonómico para advertir de la delicada situación de este núcleo urbano e instar a las administraciones a buscar soluciones urgentes que garanticen su desarrollo».
