CUMPLIR LO PACTADO

“¿Quieres escuchar el latido del bebé? ¿Quieres verlo en una ecografía 4D?”

Son dos preguntas más que se han acordado incluir en el protocolo de actuación médica con las mujeres embarazadas en el primer trimestre en Castilla y León, gracias al pacto de gobierno PP-VOX que aquél parece ahora no recordar.

El latido y la imagen en 4 dimensiones es lo que la ciencia hoy nos ofrece para reconocer la vida. Pruebas no invasivas que sólo muestran la realidad de lo que es.

En realidad, no ofrecer esa posibilidad a la mujer embarazada, en nuestros días y en la sociedad actual, es una omisión y conculca el derecho a estar informadas. Y por el contrario, ofrecerla, contribuye a cumplir con mayor plenitud el juramento hipocrático (“velar con el máximo respeto por la vida humana”).

Cualquier tesis del feminismo radical, demonizadora de la maternidad, que convierte deseos y opiniones en derechos, se desmorona ante la sencilla e imponente fuerza del latido del corazón humano.

Cuando hace unos años se incluyó en el protocolo médico de los ginecólogos, de acuerdo con la obligación legal de informar, ofrecer la amniocentesis cuando por los resultados de los análisis u otros indicios puede haber riesgo de malformación en el feto, todos tuvimos que aceptarlo, aunque a muchas no nos gustara ese ofrecimiento.

Valga como ejemplo el dato que en 40 años la población Down ha descendido un 88% en España y se encamina, según las previsiones, a que no nazca ninguno para 2050.

En una sociedad donde la vida va muchas veces acompañada de un manto gris, y donde la depresión y la ansiedad arrecian, reconocer que a pesar de todo, día tras día, la vida aflora generando esperanza en el seno de las madres, sólo podemos celebrarlo.

Y en el caso de que los padres reciban con inquietud la noticia de un embarazo, debemos acompañarles con todas las facilidades y apoyos necesarios para que puedan recibir con ilusión y amor esa vida.

Por ello, nadie en su sano juicio debería oponerse a ofrecer una información tan natural como es escuchar y ver la vida que una madre lleva en su interior.

Esta es la razón por la que, desde ese sentido común, en Castilla y León se llegó a ese acuerdo, y así se presentó el jueves 12 de enero, por parte del vicepresidente de Vox, Juan García Gallardo, y el portavoz del PP en la Junta, Carlos Fernández, como parte de lo firmado en el pacto de gobierno, entre cuyos objetivos se incluye el fomento de la natalidad.

Fruto del revuelo mediático que se organizó, los dirigentes nacionales del PP expresaron su rechazo a la medida acordada, creando una enorme confusión y desautorizando a sus propios dirigentes de la Junta de Castilla y León.

Muchas veces me pregunto en mitad de este revuelo mediático, ¿no será el problema real que el corazón del inocente, proclamando la belleza de la vida, no es capaz de mentir y que este hecho incomode? ¿No será acaso que ese latido fetal principalmente nos recuerde la necesidad, especialmente a los políticos, de “andar en verdad” y de respetar lo que ya existe tanto si se trata de un bebé como de un compromiso dado? Lo que está en juego es querer vivir en la verdad de las cosas. Cómo lo solucionemos no sólo decantará el voto de miles de votantes, sino el propio significado que se le quiera dar a la dignidad humana.

Cualquier viraje tramposo, que no respete la verdad de las cosas, va a suponer y supondrá siempre un retroceso en los derechos humanos y en nuestras libertades.

Instamos a que el Partido Popular recapacite y vuelva al redil donde las ovejas reconocen su terreno no por el miedo al lobo (es decir, lo que digan las izquierdas o las encuestas) sino por la convicción de vivir en la verdad siendo fieles a sus compromisos y cumplir lo pactado.

Georgina Trías

Diputada nacional de Vox por Ávila

Madre de 6 hijos

“Artículo publicado en Diario de Ávila el 22 de enero de 2023”