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VOX llevará al pleno de control al Gobierno una interpelación sobre las Aulas de Mayores

La formación política critica la situación en la que se encuentran los trabajadores de la empresa y pregunta cuando se pondrán en marcha los accesos a las aulas

Vox Melilla presentará, en el próximo pleno de control que se va a celebrare este jueves en el Salón de plenos de la Asamblea una interpelación sobre el cierre de las Aulas Culturales para Mayores debido a “la mala gestión del anterior Gobierno”, que “permitió que la empresa Hércules incumpliera con sus obligaciones contractuales”.

Expone el partido liderado por José Miguel Tasende que el hecho de que el nuevo contrato que salió a licitación haya quedado desierto ha creado “malestar” entre los empleados, que llevan, aseguran, siete meses sin cobrar.

Así, ante las “reiteradas promesas” de la consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor, Fadela Mohatar que prometió ante los medios de comunicación solucionar el problema en las Aulas Culturales de Mayores, Vox interpelará al Gobierno local para que les explique qué medidas van a adoptar para solucionar la situación actual en la que se encuentran las limpiadoras de las Aulas.

Además, Vox quiere saber cuándo podrán retomar sus actividades los mayores. En este sentido, el partido cree que la población mayor debe ser atendida mediante servicios y actividades destinados a mejorar su calidad de vida, facilitando su día a día en su entorno y permaneciendo activos para prevenir la dependencia y mantener unas buenas condiciones de vida.

Será la única interpelación que presente Vox al próximo pleno de control, puesto que la otra a la que tenía derecho ha sido rechazada por la Mesa de la Asamblea. En concreto, lo que esta formación quería saber eran las medidas que el Gobierno local había tomado o piensa tomar para reforzar la convivencia y el respeto mutuo entre las comunidades de Melilla. Y es que, argumenta Vox en su interpelación, desde el pasado día 7 de octubre –cuando Hamás atacó a Israel y provocó la respuesta de este país-, los ciudadanos hebreos de Melilla se sienten “agredidos y amedrentados”, hasta el punto de que, después de varias movilizaciones, hay niños no quieren asistir al colegio y algunos adultos han dejado de usar el típico gorro llamado kipá.