La senadora de VOX por Andalucía Paloma Gómez ha señalado hoy directamente Gobierno como responsable de la muerte, hace poco más de una semana, de dos guardias civiles en el Campo de Gibraltar, mientras trataban de detener a unos narcotraficantes. «El único responsable de haber enviado a David y a Miguel Ángel -los agentes asesinados- al matadero ha sido el Gobierno», porque les envió a combatir «indefensos», mientras que el Servicio Marítimo en Cádiz tenía seis barco averiados.
Pero al margen de la falta de medios, que ha reprochado Gómez varias veces durante su discurso, el problema se encuentra en que «el narcotráfico ha ido poco a poco erosionado las instituciones, así como a la sociedad, hasta conseguir esa impunidad que les protege». Y en ese punto ha señalado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien, de acuerdo con la opinión de VOX, merece ser reprobado por su «protección a los delincuentes», mientras que «abandona a los ciudadanos honrados».
Gómez ha denunciado que «el narcotráfico en el Campo de Gibraltar es un problema que vivimos desde de hace mucho tiempo». «La unidad especial OCON Sur y la DEA trabajaron juntas investigando la ruta marroquí, que las mafias utilizan para introducir su producto a través de Andalucía», lo que convierte a Marruecos en un centro de distribución de cocaína, que opera en Europa a través de España.
Sin embargo, ha reprobado que Marlaska «desmontara esta unidad de élite», incrementando «la entrada de cocaína a través del Puerto de Algeciras se disparó un 78,4%.», «favoreciendo la inmigración ilegal y el tráfico de drogas» y beneficiando a Marruecos, lo que ha considerado Gómez, a Marruecos. «Rebajar estas medidas tiene mucho que ver con la relación del PSOE y Marruecos», ha apostillado la senadora de VOX.
» ¿Por qué decidió cerrar esta unidad el señor Marlaska?», se ha preguntado la senadora, quien ha recordado que Marlaska fue un «magistrado prestigioso, valiente ante el terrorismo y la vida, independiente y honesto», pero «de pronto se convierte en un ministro devaluado, reprobado por el Senado y el Congreso, castigado por el Tribunal Supremo». «¿Qué le ha pasado con su dignidad? ;¿Dónde están sus principios?; ¿Qué tipo de intereses tiene para aferrarse al cargo como una lapa?».
