«Promover un Plan Nacional del Agua ordenado a la gestión racional de nuestros recursos hídricos en todo el territorio nacional, garantizando con ello una respuesta eficaz a los contextos producidos por las inclemencias del clima, como la sequía, y que garantice el acceso al agua a todos los españoles». Es la primera de las enmiendas que VOX había propuesto a la moción presentada por los populares para instar al Gobierno a garantizar la independencia sobre el control del agua de la Comunidad de Madrid.
El senador de VOX Fernando Carbonell ha denunciado que el uso del agua «no es igual para todos» porque «dependiendo de las poblaciones o regiones donde vivamos, si nos atraviesa un río, o tenemos un embalse cercano, no tenemos demasiados problemas, pero sí los hay en otras regiones carentes del recurso».
Para el portavoz de VOX, «no tiene sentido que, estando las reservas del Canal de Isabel II al 80% de su capacidad, se siga trasvasando agua de forma sistemática de los embalses de Burguillo y San Juan, dejándolos al 30% y arruinando el principal recurso turístico de la zona». Y es que la segunda enmienda, también rechazada por los populares, se basaba en «garantizar, mientras no exista un Plan Nacional del Agua ni un desabastecimiento de la población, la compatibilidad de la concesión de agua de Madrid con los intereses turísticos y económicos de los municipios abulenses y madrileños ribereños de Alberche y de los embalses del Burguillo y San Juan, para que los trasvases se efectúen en épocas donde no se perjudique a la economía local».
También ha criticado la posición del Gobierno Central respecto a la gestión del agua porque «sus medidas no persiguen el bienestar de los madrileños ni de los abulenses, sino que siempre guardan intereses políticos y sectarias como el ecologismo radical».
En definitiva, ha reivindicado la necesidad de un Plan Hidrológico Nacional que contemple la disponibilidad de agua en su conjunto, sin diferencias regionales, para garantizar el abastecimiento de agua a todos los españoles».
