Jorge Buxadé, eurodiputado de VOX, ha intervenido este domingo en Vistalegre, donde ha aplaudido la valentía de los votantes de VOX, ha subrayado la importancia de la patria y la familia y ha hecho un alegato en favor de los trabajadores, contraponiéndolos a los “pijoprogres” que se arrogan su representación.
Ha iniciado su intervención haciendo un homenaje a todos aquellos españoles que el diez de noviembre se levantaron para ir a votar a VOX, todo ello a pesar de las amenazas, el hostigamiento y la criminalización que partidos y medios de comunicación habían hecho de nosotros: “En esa papeleta ponía madre, ponía empleo, ponía trabajadores, ponía autónomos, ponía caza, ponía campo, ponía policía, ponía ejército, ponía patria, libertad, seguridad, justifica y familia”.
¡Los trabajadores votan a Vox! https://t.co/dK6IPnBhqU
— Jorge Buxadé (@Jorgebuxade) March 8, 2020
Además, señaló la importancia de la disidencia frente al consenso progre que amenaza la libertad y la pluralidad en todos los ámbitos de la vida, ya que “ante ese pensamiento progre solo puedes hacer dos cosas, o te asimilas al paisaje o te conviertes en un paria, ultra, facha y no sé cuántas cosas más”. Por ello, sentenció: «no podemos permitirnos el lujo de ser una cosa distinta de lo que somos”.
El eurodiputado también quiso reservar un espacio de su intervención para destinarlo a denunciar el atropello que el Gobierno busca perpetrar en la educación de los más pequeños, formándoles conforme a sus doctrinas políticas: “Es demencial que el Estado pretenda suplantar a la familia. Afirmamos que la familia es esa comunidad natural en la que un ser humano crece, se desarrolla, y aprende las virtudes, el sacrificio, la generosidad, el respeto a los mayores, las tradiciones, la reciedumbre, la generosidad, el compromiso, el heroísmo y el honor”.
Finalizó su intervención diciendo sí a Europa, pero no a la Europa de los burócratas que ha dejado vendida a Grecia ante la amenaza que se cierne sobre sus fronteras, sino a la Europa de naciones soberanas, libres, que colaboran voluntariamente alejadas de la gobernanza mundial que pretenden los globalistas, pues «la garantía del pluralismo está en las fronteras«.