La gestión criminal del COVID-19 convierte las residencias de ancianos en morgues, por Ignacio Garriga

Nuestra generación está en deuda con esos ancianos que hoy, en Cataluña y en el resto del país, mueren solos, sin recibir el tratamiento adecuado o sin poder despedirse siquiera de sus familias.

Nuestros mayores han sido los grandes olvidados y los más perjudicados por el coronavirus (COVID-19). Los datos son trágicos en todo el país y, especialmente, en las residencias de ancianos de Cataluña, de donde proceden el 48,3% del total de fallecidos en estos centros.

Los ancianos han sido descartados desde el primer momento en la gestión que están realizando el Gobierno y la Administración pública, al elaborar protocolos médicos donde se alude a criterios de “valor social”, “edad” o “esperanza de vida”, como si toda vida no fuera digna de ser vivida u objeto de merecer el tratamiento necesario para salvarse.

VOX exigirá responsabilidades políticas y judiciales por esta gestión criminal y por la falta de sensibilidad de los gobernantes hacia nuestros mayores, quienes, con su abnegado esfuerzo, nos han dejado nuestra mejor herencia: formar parte de esta gran nación.

El sectarismo, la politización y el odio han obnubilado a la Generalitat. Los líderes separatistas han intentado, en todo momento, negarse a recibir la ayuda de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, cuando finalmente la han requerido, lo han hecho para obstaculizar el trabajo de la Guardia Civil y la Unidad Militar Emergencia (UME).

Los recortes en Sanidad de Cataluña

En Cataluña, la Generalitat ha recortado un 10% el presupuesto destinado a Sanidad. El gasto per cápita ha bajado un 11% y, entre 2009 y 2017, el gasto total cayó un 27,5%. Mientras aprobaban partidas millonarias para financiar su farsa separatista, el gobierno autonómico abandonaba a su suerte el sistema sanitario. De hecho, a finales de 2019, los hospitales habían duplicado sus listas de espera.

Los sucesivos gobiernos han perpetuado sus privilegios y los de los partidos tradicionales mientras olvidaban la verdadera vocación de servicio de todo representante público, que no es otra que dar solución y respuesta a los problemas de los ciudadanos.

El proceso separatista y las políticas de odio y confrontación hacia el resto del país han vaciado las arcas catalanas, impidiendo una respuesta rápida y eficaz para atajar la pandemia del coronavirus (COVID-19) y salvar la vida de miles de compatriotas. ¿Cuántos respiradores se podrían haber fabricado con las mordidas del 3% de CiU? ¿Cuántos sanitarios podrían haber dispuesto del material de protección necesario si Carles Puigdemont u Oriol Junqueras no hubieran malversado fondos públicos?

Nunca olvidaremos que sus irresponsabilidades han costado la vida a miles de compatriotas. Nuestra generación está en deuda con esos ancianos que hoy, en Cataluña y en el resto del país, mueren solos, sin recibir el tratamiento adecuado o sin poder despedirse siquiera de sus familias. En VOX vamos a exigir todas las responsabilidades penales derivadas de sus actos delictivos. Frente al odio y la división del separatismo, justicia y políticas sociales.