La presidenta de la Comunidad de Madrid ha decidido ponerse del lado de la manipulación en la batalla por la libertad educativa.
En su última entrevista, Isabel Díaz Ayuso utiliza un recurso torticero para justificar su negativa a blindar temporalmente la libertad educativa en la Comunidad de Madrid: «Si en una misma clase un padre de VOX y una madre de Podemos empiezan a estirar el aula para un lado y para el otro, ¿dónde quedaría la autoridad del profesor?».
Díaz Ayuso miente y lo hace a sabiendas. Rocío Monasterio explicó en el último pleno que el Pin Parental es un escudo temporal que blinda la autoridad del profesor en las aulas y poner fin al adoctrinamiento de menores en charlas extracurriculares que se imparten sin control alguno de los padres.
Expulsar a los activistas de los colegios es una prioridad para VOX y debería serlo para todos los partidos que apuesten por la libertad frente a las imposiciones progres. El problema es que Isabel Díaz Ayuso nunca levantó la voz durante los años de gobierno de Cristina Cifuentes, cuando se aprobó una ley educativa ideológica más propia de la izquierda, y la aprobación del PIN Parental supondría que tendría que rectificarse a sí misma. Por eso no tiene reparos en manipular la propuesta de VOX.