La comisión de Justicia de la Eurocámara vota sí a una enmienda de VOX que pide a autoridades y cargos públicos respetar la independencia judicial.
Los episodios de acoso e intimidación separatista sufridos por los jueces que investigaron y juzgaron a los cabecillas del 1-O ha recibido hoy una respuesta del Parlamento Europeo. Ha ocurrido en la comisión de Justicia de la Eurocámara y gracias a una enmienda de VOX. El documento aprobado “condena cualquier tipo de coacción, acoso, presión, intimidación y/o violencia física o verbal a jueces y fiscales, especialmente en su vida privada, en sus domicilios particulares o a su entorno familiar”.
Durante el juicio por rebelión y sedición a los líderes del 1-O, el juez instructor del caso, Pablo Llarena, tuvo que abandonar Cataluña por el acoso que tanto él como su familia sufrieron por parte de radicales de los llamados CDR y Arran. Acoso que llegó al propio domicilio en el que pasaban sus vacaciones y que obligó a la familia del magistrado a cambiar de destino.
Hoy, el Parlamento Europeo no sólo ha condenado este tipo de intimidación, sino que, también a petición de VOX, ha recordado que “los magistrados y letrados deben poder ejercer su profesión sin que las autoridades o cargos públicos cuestionen su legitimidad, capacidad o independencia”.
El texto, aprobado por mayoría absoluta, es un proyecto de opinión de la comisión de Justicia sobre el establecimiento de un mecanismo de la Unión para la democracia, el Estado de derecho y los derechos fundamentales, y tiene que pasar por la comisión de Libertades Civiles antes de llegar al Pleno del Parlamento.