La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha respondido a la carta enviada por los eurodiputados de VOX y Patriots for Europe el pasado 2 de diciembre, en la que se denunciaba el plan del Gobierno de Pedro Sánchez para regularizar de forma masiva a inmigrantes ilegales. Y lo ha hecho dejando por escrito lo que muchos llevan años tratando de silenciar: este tipo de decisiones pueden poner en peligro la seguridad y la estabilidad del espacio Schengen.
En su respuesta, Von der Leyen admite que los Estados miembros deben “asegurarse de que sus decisiones no comprometan la integridad del espacio Schengen” y que deben tener en cuenta “las implicaciones para la migración y la seguridad”. Una forma diplomática de reconocer lo que desde VOX venimos denunciando desde hace años: las regularizaciones masivas generan un efecto llamada, desbordan las fronteras y aumentan el riesgo para nuestros ciudadanos.
Es significativo que esta advertencia no provenga de un gobierno nacional, sino de la propia presidenta de la Comisión Europea, que durante años ha sido cómplice del discurso buenista y de las políticas de puertas abiertas. Pero hasta en Bruselas empiezan a escapárseles las verdades incómodas, y ya no pueden disimular más los efectos desastrosos de premiar la inmigración ilegal con papeles.
La política de Sánchez no solo es el principal problema de seguridad para nuestros barrios y para España. Es una amenaza directa para toda Europa, y ahora hasta la Comisión Europea se ve obligada a reconocerlo por escrito. VOX ya lo denunció en diciembre, cuando envió esta carta firmada junto a sus socios del grupo Patriots for Europe, y seguirá liderando en Bruselas la defensa de nuestras fronteras, nuestras leyes y la seguridad de los europeos.